En algún lugar existe la lluvia que no llega
en el valle que forman tus manos al coger la fruta,
ahí el río abre el fondo y rompe el cauce
ahogando las orillas separadas que caminamos.
Se sumerge el poema como una ciudad de versos fantasmas
revelando la cara oculta de todo lo que en silencio se alza
se arremolinan nubes de sangre fuerte y peces tristes
que tiemblan y mueven los espejos.
El lodo levantado acaricia el agua oscura de noviembre
todo es un pozo sin deseos porque los guarda todos.
En algún lugar llueve
y también ahí me faltas.
Constanza Everdeen.