lunes, 29 de junio de 2020

Limerencia voluntaria.


Cuentan que somos la vida de una flor,
lo volcado en cada pétalo,
la suerte desnuda y arrojada
en las manos aliadas de aquel viento.
Un jardín de huellas coloridas
donde se besa las sed de mil vidas
y de alegría lloran los cúmulos oscuros.


Habla la voluntad limerente,
recita la muerte cuando escribe
sobre la mansa sonrisa en mi rostro,

mordiendo las pacíficas venganzas
que rompen el fuego.


Eres el puente y el abismo,
mis lances combativos
entre tus brazos de piedra,
manan como la sangre sin herida
en el vientre de una mujer pariendo estrellas.


La pura verdad, afilado silencio
cuando te tengo en mi boca y se hace de noche,
en ese instante de lluvia en la garganta de un río
estampida de latidos haciendo libre,
la canción dolorida, la ceguera quemada.



Constanza Everdeen ® ©

domingo, 14 de junio de 2020

Acaudalados.

Todos los ríos corren en ti
vertiéndose en mi tiempo de luna,
afloran flameantes vetas en el ocaso
abriendo la tierra tremulosa
que se esconde en mi regazo.


La luz de tus brazos me acoge,
eres alma de centellas besándome despacio,
se desvive mi descanso imposible
en las húmedas comisuras
de tu mundo misterioso.


Dentro de mi sueño eres como quiero,
dócil y fiero, sin silenciar oscuridades,
allí giramos como extrañas hélices
herederas de la umbra más hermosa.


Númenes danzantes , brisa envolvente
entre la cadencia y la caricia
que baila en nuestros dedos nómadas,
los ráfagas despreocupadas del viento
peinan esta plétora de ilimitados nombres.



Constanza Everdeen ® ©

lunes, 8 de junio de 2020

Descenso al paraíso.

Mis ojos se buscan en tus ojos 
en la dimensión de un mar distinto,
donde el abierto esplendor de la locura
estalla como las olas combativas
en el iris de una roca que no duerme.


Desciendo al encuentro de tu amor
y en el vértigo de esa montaña
viene a la vida el río hundido en su delta,
los cantos arrastrados son melodía
de aguas claras y rompientes.


Elevados en una corriente de libre espuma
nos asomamos a la nueva verdad
con la mirada de los ciervos oscuros,
nace el paraíso de los primeros fuegos
de los últimos fríos entre las hojas perennes.


Qué haremos al alcanzar el fondo?
hacia qué páramos huirá la tristeza?
cómo domará el viento la furia
y el recuerdo al tiempo?




Constanza Everdeen ® ©