sábado, 27 de noviembre de 2021

Otro otoño.

La noche avanza dentro de la noche

en la vereda encendida de oros y rubores 

hay pasos que rompen las hojas caídas,

por esta senda de imposibilidad

a lo que ando sintiendo, le falta tu voz.


Vuelve el abrazo aún cálido 

salvando caricias perdidas

a otra hora que es la misma 

pero siempre en tu cuerpo.

Transitando otra vez, otra edad,

una luz despierta y constante en la casa de la memoria

marea vivaz en el vientre del recuerdo.


La ensoñación tiene tu aroma de musgo y nueces,

de piel de roble herida de letras, de esos nombres

por los que siempre nos llamaremos, Otoño.



Constanza Everdeen.

sábado, 13 de noviembre de 2021

Oscilolatiente.


                                                        
                                                                   Y nunca te tengo,
                                                                   sumisa del viento
                                                                   que mueve mis manos
                                                                   y ahora es del mar.




Del pan de la mañana son mis noches

oscuréceme esta quimera que llevo dentro

y arde en fractales de pura cordura sin tiempo

en los que siempre te alcanzo
                                                y nunca te tengo.


Duermo a la sombra del hechizo

soñando que le doy voz a tus latidos

eres entre las sílabas del río

y las hojas caídas del árbol, del libro

como semilla efímera, 
                                     sumisa del viento.


Dime, junco agarrado a mi silencio

que esta no es la estación de la niebla

de andenes desandados, ahora ya cansados,

ni otra espera migratoria

de otro estío que muere de hambre

callando el nombre 
                                que mueve mis manos.


La lluvia inventora de un final sin final

donde todo es de sangre escrito, caricia de sal

y la vida espoleando al esquivo olvido

hasta que el vino no recuerde 

lo que podía haber sido 
                                       y ahora es del mar.




Constanza Everdeen.


viernes, 5 de noviembre de 2021

Misterio y probabilidad.



Cuando me abrazas, leo signos en tu pecho

umbría solitaria y dolida en llamas

rodeando a la presa de la que eres preso.


Roces de mar almibarado

en los labios hendidos del beso,

que siempre te ha esperado

y tus crueles bocados haciendo justicia

entre los muslos del pan.


Para que tus ojos no miren otra complicidad

afilo el silencio bajo el torrente de imágenes

donde la furia vestida, desnuda tu multitud

y hacemos la claridad de la primera flecha

que atravesó nuestro misterio y probabilidad.


Ando entregándote la última sangre

porque mereces el amor

y yo no duermo componiéndolo

arpando las palabras que nos respiran

desde que se hizo el tiempo.





Constanza Everdeen.