La noche no sueña, apenas respira
es un poema lleno de habitantes oscuros
caminando las callejuelas venosas
de la insomne realidad.
Otro mundo que no espera
porque sabe que llegas.
La noche calla los nombres del frío
y otras veces los escribe en papeles que arden
ante los ojos de sus pájaros nocturnos.
Una diosa sin sonrisa que guarda dientes
cálida presencia cuando me dueles.
La noche es otro día refugiándose
en los brazos de una ilusión dormida.
Un invento inevitable rebosante de vacío.
Constanza Everdeen.