Se ha saciado el día de noches
y a la noche se le han cerrado los párpados,
que no te asusten estos demonios que escribo
soy la oscuridad roja, lasa
sobre la luna rota de un cuento.
con términos lejanos y fríos,
a ellas también les duele lo ardido.
Porque a esta hoguera nutrida de cedros
no le crepitan las dudas,
es de la ley de los dioses
que no comparten si se rompen,
es de leña que quiere quemarse entera.
No guardo para el invierno, ni para los festivos
devengo en agua de flores, sin ceremonias
en estas cenizas de guerras invisibles y dolidas
donde la muerte es un pájaro que se vacía
para llenarse los huesos, filos y huecos
de más muerte, de más vida.
Que no te asusten estos demonios que escribo
esta boca que quiere besarte,
se queda muda.
Constanza Everdeen © ®
No hay comentarios:
Publicar un comentario