y las que te miran calladas como piedras,
agarrándome al fuego
que ilumina ese hierro forjado
y mira mi descanso imposible.
Duermo sobre las brasas del vuelo
entre las sábanas del duelo,
no tardaré en mirar el cielo
en mi casa nublada y sola
y hablaré con ese dios sin planes
que parece escuchar a otros.
Llora lagunas la constancia,
ahora es bajel en inmóvil bajamar
abrazado a la pérdida, a otra vida,
se levanta con el alma dormida
más allá, el mundo le duele igual.
Elegí la verdad,
pero la vida no sabe mentir,
en mi océano de ausencias
se ahogan las islas,
corrientes de escritos corrientes
acortando distancias,
donde flotan dispersas esperanzas
que me salvarán.
que ilumina ese hierro forjado
y mira mi descanso imposible.
Duermo sobre las brasas del vuelo
entre las sábanas del duelo,
no tardaré en mirar el cielo
en mi casa nublada y sola
y hablaré con ese dios sin planes
que parece escuchar a otros.
Llora lagunas la constancia,
ahora es bajel en inmóvil bajamar
abrazado a la pérdida, a otra vida,
se levanta con el alma dormida
más allá, el mundo le duele igual.
Elegí la verdad,
pero la vida no sabe mentir,
en mi océano de ausencias
se ahogan las islas,
corrientes de escritos corrientes
acortando distancias,
donde flotan dispersas esperanzas
que me salvarán.
Constanza Everdeen © ®
Y hablaré con ese dios sin planes que parece escuchar a otros....... Simplemente genial.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
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