Duérmete a mi lado,
respira mi mañana de cabello alborotado
dóblame como al tiempo, sin prisa
soy pan caliente despertando
al hambre en ciernes de tu día.
A estas horas como a otras sombras
las calles somnolientas que me caminan
son un festival de coloridos collares
que te viven regresando siempre.
Disuélveme en el sol de tu abrazo
seamos uno entre los rescoldos de la noche
desvía esta imponedora luz de mis ojos
atravesándome con el suave cantil
haré que aparezca todo en tus manos
como en un mapa de aguas crecientes
donde emergen briosos a otra muerte
los tesoros y sus restos.
Amanecer es poder alcanzarse,
cuando el planeta sigue rotando por nosotros.
Constanza Everdeen ® ©
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