Aunque me tengas en tus días,
ya nada es reciente
no puedes saber
porque no me tienes entre tus manos
no puedo hacer del sauce un cedro
ni ser la cueva de tu oración.
A veces pido que te vayas
que me concedas un descanso de lluvia
un tiempo de cerezas
de barro que no manche el lino
por el que a través te miro
estática y sin rostro.
Es en las noches cuando crecen el testimonio
las historias de añoranza de largo pasillo
donde se apagan las luces del poema
para buscar lo perdido
y que tenga tu forma donde morir.
Aunque no te tengo en mis días
todo es reciente
y sabes
porque te tuve en mis manos
puedes hacer de un poema, la luz
venir a buscarme con la lluvia
y entre caricias de lino y barro
concederte el infinito estío de la noche
vivir tu forma, tus manos, tu oración
hacer crecer el cedro, la cueva, la historia
que donde muera estés tú.
Constanza Everdeen.
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