miércoles, 15 de enero de 2020
Esilweni.
Te quiero guerrero con las manos limpias,
alzándome una torre en el vientre de luna
haciendo de mí, río abierto de amapolas
ante la desembocadura de tus ojos de océano.
Levantas olas de azúcar en mi sangre agitada
con tu boca oscura y mercurial
tu beso, el camino incierto de lengua certera
acelerando ensoñaciones telúricas.
Juegan tus manos de hoguera con la llama que te guardo
desnudando mis secretos y rincones sin huella
en la corriente salvaje que te nace y que nos lleva
al lugar donde las bestias sueñan.
Perdidos en la inmensidad del gemido
agarrados a la piel de la vida
nos miramos quietos, retenidos
por la profundidad sorprendida
del más puro amor.
Constanza Everdeen ® ©
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Son los hechos y la mirada. Es tu olor que calma el hambre del tahur...
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