domingo, 19 de enero de 2020

Parirte nubes.

Solo tu mirada y mis estatuas de sal cobran vida,
moviéndose como las gotas de agua en la caída
acompasadas y vertiginosas,
surgidas de una lluvia que arrecia lo mojado.

Te voy a dar a luz una nube, amor
para anegarte sin negarte lo que me pidas.

Nuestros cuerpos mueren juntos
en el encaje maestro de nuestras almas,
yacen dóciles las bestias
doloridas y alimentadas
al abrigo del fuego alumbrado.

Solo tu mirada en la mía hace crecer el tiempo
asomados en los cristales, reflejamos la deuda
la ofrenda de sangre en los altares del viento
la entrega de millones de latidos, consentidos 
en regalo.



Constanza Everdeen ® ©

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