Vengo a la vida a través de su alma
de sus pinceles clarividentes,
vengo a la vida vestida de lienzo
con sus lágrimas atrapadas
entre los dientes.
Mi bien me traza el bien
haciendo de mi piel
los colores de su paleta nodriza,
me pinta la noche de día
el álamo plateado junto al río,
dibuja su boca en la mía.
Sus manos componen mis sombras
sus ojos me bañan de luces,
nazco del corazón del artista
de la belleza que ve la belleza
del amor y su espuma.
Me calma, me realiza
conversamos al calor templado
de las elegantes caricias,
entre breves versos al óleo
mientras miro cómo su reverso
versa los tres cuerpos de lino.
Constanza Everdeen ® ©
Pintar los versos de tus tres cuerpos es volver a la vida...
ResponderEliminarNo me sueltes nunca ese pincel...
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