Entras en mi voz anudada
con tu pausa visionaria,
dejándome quieta,
dejándome quieta,
derretida como una laguna salada
entre la presión de tus dientes
y el discurso de tu cuerpo hambriento.
Ahora mismo en otra dimensión
me estás besando,
hundiéndome el nombre
de todos los rumores alterados
que amanecen en mi cama.
Tu autoridad sujeta las crines de una diosa,
yegua oscura de incierto origen,
con himnos inagotables
desintegrando los fieles mitos
que ya no te salvan.
Mientras hay quien jura
por la pureza de su vestido,
nosotros y otros como nosotros
se arrancan la ropa, gritan los ríos,
atan el agua para hacerla torrente
y que les caiga poderosa por la vida.
Ahora mismo, aquí y siempre
no hay odio que me alcance
vuelo libre, cada vez más alto
en el cuerpo que elijo
en el cielo de los valientes.
Constanza Everdeen ® ©
A good friend of mine, with a beautiful hopi soul, sent me the address of your blog and I readed some of your wonderfoul poems. My sincere congratulations for that great sensibility and these verses from an open heart.
ResponderEliminarA este blog, a esta casa, a este corazón también hopi, siempre eres bienvenido, gracias por tus palabras Philip, valoro mucho tu sabia lectura. Gracias siempre.
EliminarThank you very much for your beautiful words.
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