sábado, 4 de diciembre de 2021

Muerte por océano.

Amanece distantemente
en el núcleo de la palabra,
a través de esta ciega inmersión
respiro el agua hasta perder tu nombre.

Sueño cercanías, nos sueño muertos por océano
ahogando el frío.

El deseo siempre ebrio de sí
llama a su lluvia escriba
porque nada hay escrito
que describa toda la verdad,
solo islas tipográficas, llantos sirénidos,
letras 
poseídas de amor y huecos oscuros 
que rozan el encuentro 
y lo hacen suyo.

Imposible no leerte entre líneas, entre mundos.
En la expresión inervada de la hoja que se resiste a caer
o en el frenesí de las ondas líquidas y bailantes
siempre calmadas al final del río.

Como las estrellas nunca ausentes
es el silencio sin ti,
sé que el destino camina hogueras
con su traje ignífugo y su sombrero de mago
pero hay días que son brasas
y todo es carne aullando la clandestinidad de los versos.



Constanza Everdeen ® ©

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