martes, 21 de diciembre de 2021

Un paso de tres huellas.

Desde el otro lado de la laguna 

la callada tristeza escucha y entiende

letanía de salinos silencios, algas enredadas en los dedos

para que no muera 

lo que una vez estuvo vivo en sus manos.


Los gatos habitan la casa evitada

sueñan tranquilos entre las paredes que ya no hablan

sobre lo que han visto y guardan,

la memoria es una piedra pintada de tres cabezas.


El alma da el paso decisivo,

el alma no puede devolver los besos que no dio

están ardiendo dentro de un paraíso extraño

pronto serán once pájaros nuevos en el cielo,

peces de cristal rompiéndose 

en el brillo de la oración del antiguo barquero.


Todo juicio quedó en la otra orilla

el loco en forma de caracolas lo recoge

porque todo lo que escoge es todos los días,

en los márgenes sensuales de esta poesía

rendida por valiente.



Constanza Everdeen




No hay comentarios:

Publicar un comentario