lunes, 15 de enero de 2024

Llamas, llamaradas.

Si eres tú acercándote en un beso

y se levanta una bruma insólita

nube de polvo de esporas

adhiriéndose a mi cabello,

sé cuidadoso en los rincones

donde guardo los libros viejos.


Si rozas con tu aliento los espejos

dibújale a la sangre un camino nuevo

con la astucia de tus dedos, con miedo

limpia de huesos el suelo sobre el que levito

vuelve a nacer en la garganta de un dragón

sé lengua, llama, llamaradas.


Si caminando las brasas, los recuerdos

eres hombre aparecido entre los vapores

punto de luz a través del tiempo

invoca lo que fulmina los zarzales del pensamiento

siente el dolor, la belleza de las espinas

alcanza la suavidad de estos pétalos que te dejo.



Constanza Everdeen.




 


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