viernes, 20 de abril de 2018

Extracto de un naufragio.



Quizás no supe demostrarte con palabras todos los hechos
que nos arrastraron al naufragio.
Aquel día que soltaste los mandos, yo me solté de ti.
Vimos cómo la confianza flotaba a trozos,
en restos de intentos fallidos por salvarnos.
En medio del temporal, no reconocerte,
me fulminó, me partió en dos.
Una parte se lanzó por la borda, 
la desilusión se ocupó de la otra.
Se fue nadando de espaldas,
mirando al cielo y no atrás.
El barco nos abandonó,
yo permanecí a la deriva,
hasta que tú te hundiste.

Todo es cuestión de tiempos y el mar siempre se lleva las huellas.





Constanza Everdeen ® ©

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