Las gotas de lluvia replicando en el cristal de la ventana ,
me hablan...
En ese incesante diálogo en el que yo sólo escucho,
regresa la calma,
la delicadeza de su arrítmica melodía diluye el daño.
Algo comienza a sonreír como un manantial,
desde dentro hacia fuera.
Entonces me doy cuenta...
La lluvia me está haciendo más sabia,
me muestra que entre lo dulce y lo salado,
la hiel se queda en los charcos del camino.
Constanza Everdeen ® ©
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