sábado, 1 de septiembre de 2018

Violines.

El mar no hace prisioneros,
las melodías son acordes balsámicos
que desbordan los lacrimales
como manantial curativo.

Lluevo...
y tus palabras redirigen el cauce
hacia lindes innombrables
donde caminas como dibujante
de pliegues y sombras.

Me pierdo en tus ojos,
me abandono en tu boca
salpicada de luna,
y lo descubres todo.

Morfeo custodia la alcoba
yo sueño que eres escriba en mi piel,
atendiendo al dictado de tus deseos
manifiesto de los míos.
Por un instante 
diosa de un sólo pensamiento,
no me importa el pedestal.

Te llamas devoto
sabiendo de mi inclinación a ti,
te refieres delincuente 
y no tienes nada de habitual.

En este mes de mareas vivas
llego muerta a tu horizonte
oscilando en esta batiente abierta,
sólo espero tu resucitar.


Constanza Everdeen ® ©



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