viernes, 9 de noviembre de 2018
Hilo rojo
Me hablas en manantial de signos
me cuentas sobre destinos estelares
ante tu voz florece el agua
y todo en mí se descubre virgen.
Invadiéndome como designio solar,
despiertas el incendio
erradicando el daño,
entrando por la herida.
El corazón desbocado
y en mi boca muerdo tu nombre
como divinidad insondable,
permanezco fiel a más de tres de tus mundos.
Viene a decirme el pájaro
que me sembrarás entera
entre marjales,
hasta el final de tu oquedad
espejo y reflejo de la luna
donde todo vuelve a nacer
una y otra vez.
Allí donde se paró el tiempo
y emergió nuestra isla.
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Precioso enlace de palabras, precioso poema...
ResponderEliminarGracias...
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