Cuando vuelvas a mis ojos
encontrarás la vida perdida
que siempre eras tú en otros amores.
Puede ser que veas todas las noches en la tierra
y quieras besarme
y quitarme tu frío
espantar este duelo de ingrata multitud.
Si regresas a este hogar de musgo
rompe y ama esta enredadera negra
tengo los poemas abiertos a tu imaginación rapaz
seamos todo en las habitaciones cerradas.
Siempre una luz entre las nieblas ansiosas
el norte es la caricia húmeda
en tus manos repletas de causas
en tu cuerpo blanco, sin distancia.
Te guardo la mirada completa
el verso roto donde mueras
palabras hondas y movedizas
que te hagan preso y el más libre
galopando como loco en un universo breve
hasta hacerte soleado trigal
el pan en mi mesa.
Constanza Everdeen.
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