sábado, 25 de agosto de 2018

Entera y sin amenazas.

Deseo que me tengas entera en tus pupilas
fragmentada y real entre tus manos,
el negro te sienta bien
y yo quiero sacar a bailar a tus demonios.
Hablas de luz y veo las sombras
cópula de llamas proyectadas en la pared.
Hay una habitación cerrada ardiendo
la única llave es retorcida,
con un número impar escrito.
Te atesoro y no
como esa melodía constante
que no alcanzo a articular,
como el viento haciendo laberintos en mi pelo
fina arena escapando entre los dedos y los días.
Con vino te espero,
vienes y el sol dentro,
te vas y más vino
de sol a sol, tú.
Destellos eléctricos
sólo me mantengo entera,
entre aullido y aullido
en la misma distancia
del rayo al trueno,
siempre oyes mi tormenta
y me devuelves el beso.


Constanza Everdeen ® ©

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