lunes, 6 de agosto de 2018

Paraguas.

El silencio ese desbaratador de ilusiones
enigmas dilapidados entre rutinas
vinimos a deshacernos la cama,
acabamos con las ganas tristes
y los afluentes ordenados.

Nos veíamos más allá de los ojos
tocándonos como ciegos
éramos exceso en pleno naufragio
retando malos augurios inventados por otros.

Encontrarnos en la misma huida 
hizo que deseásemos más el alcance
de la piel y del refugio
de días de lluvia bajo las mismas sábanas.

Ahora todo son paraguas
sin parábolas húmedas
todo lo que se carga es seco y repetido.

Ya no espero despierta cuando regresas
para no ver que te has ido.




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