Te recuerdo así
con todas la llaves
que fueron lanzadas al mar
en tus manos.
Mirando el horizonte,
deseando el rebalaje,
la ráfaga de viento
que vuele tu sombrero.
Respirando sal
hasta la profundidad abisal
de tu pecho,
fortaleza que rodea
mis incertidumbres,
mis alados anhelos.
Esperando la marea
y volver a beber
aquel mágico brebaje
que surge de la roca
donde tallaste mi nombre.
Te recuerdo así
siempre velando el oleaje.
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