sábado, 27 de octubre de 2018
Poetas.
Llueve
y asoman los poetas,
dispuestos siempre a cargar melancolías
a embellecer los despojos.
Qué hacer con las manos henchidas
y las pupilas opacas?
lo andado se tambalea,
algo cambia y no es la hora.
La lluvia lo llevará calle abajo,
quizá a algún portal
con numeración imposible,
remitente libertino
con otros abalorios.
Cuanto más inclemente es el cielo
más dulzura en la sonrisa,
el corazón en la tormenta
y alas en cada latido.
Legión de nobles tambores
recibiendo un invierno anticipado,
mañana ya no será tarde
un día antes simple pretérito.
Pero llueve
y despiertan los poetas,
unos por otros recogiendo trizas
salvando sueños de desagües.
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Me ha gustado mucho este poema. Algo tendrá la lluvia con el alma del poeta. Saludos.
ResponderEliminarGracias siempre, Juan Carlos. Un saludo desde la lluvia.
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