Eres esa cara del espejo
donde se dibuja mi sonrisa
recurrente.
El designio fértil e incierto
de palabras cayendo en cascada
por toda zona viva y epitelial.
Templanza metálica
forjando roces y ceremonias
de antiguos albores donde nacieron,
los mitos y las fuentes.
Réplica temblorosa doy
a tus acometidas,
impulso y desafío vendado,
delicia onírica de espumoso final.
Más allá de la dureza del diamante,
el cielo y lo oculto
descubriéndose como alas aladas
en bautismo salino.
Eres ese lado del cristal
donde se refleja,
el rostro de la luna y su amante.
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