martes, 23 de abril de 2019

Algo del amante humeante.

Eres vendaval en mis colinas
pájaro atento entre mis visillos
eres cielo atronador en mi boca
y el diluvio desnudo de mis noches.

Abrasas mis silencios
encendiéndome las sombras
descalzas y humeantes.

Has regresado vestido de amante
con esa voz antigua
hecha de lava y lengua derretida.

Eres todo por descubrir
y el camino reconocido,
infinitas las sendas estrelladas de tu piel.

Eres como te llamo
lo que crece en todos los nombres,
la extensión de mi continente
la razón sin cordura de sus curvas.

Eres lo que me habita
lo que me habla
lo que me grita...

Eres tú,
el hombre que me ama.


Constanza Everdeen © ®

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