He caminado la arboleda
hasta llegar a la puerta azul
de tu casa sin puerta
y he llamado tres veces
invocando la tradición que nos gusta
que nos une como sinónimos
en un espejo de agua y fuego.
He juntado los astros
entre tus alas salvajes
y mi cuerpo azorado
para amarte en firme
como tu decisión de vida
en lugares secretos
que se parecen a nosotros.
He aullado a tu boca
para prender la cara oculta de tu noche
donde desafiarnos las verdades
con más verdades
respiración descarnada de pólenes
sin más ruido,
solo nuestro roce.
He sentido el hervor de las lágrimas
en tu abrazo volcánico
haciéndome bucles sensibles
desconocidos en mi piel.
Me has servido la copa
y has bebido de ella
en confianza hecha de llaves
abriendo el claro del bosque.
Constanza Everdeen © ®
Precioso blog
ResponderEliminarGracias
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