Amor extraordinario
es vivirte en lo sencillo
y acariciarte con satén
el mar huido de calma,
para que partan navíos voluntarios
a tu mirada de abismo.
La sombra que me acompaña en las horas de sol
es tu misterio, la hoguera intacta
adorando mi desnudez vestida,
mientras los páramos se hacen vergeles
ante mis ojos de ti poseídos.
Amo el color con el que me creces
como acallas las voces muertas
en el dolor abierto de la espina,
el saludo de tu sombrero
en el arco de mi puerta
siempreviva, siempre esperada
es la visita de tus dulces invasores.
Siento los matices oscuros
del deseo que nos piensa,
sus arrojadas ocurrencias
atravesando nuestro limpio reflejo
devolviéndolo a la vida.
Constanza Everdeen ® ©
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