Soy mujer encontrada
en el umbral de tus versos
que son como los míos
con lengua pincelada.
En tu sueño de ojos abiertos
mis caderas son de aire
y tus alas de fuego
danzamos hasta el imposible final
de la cumbre y de la llama.
Todas las habitaciones
me sacias de grano y de semillas
haciendo de la timidez vegetal
de este bosque de complejas madreselvas
un mar de selvas omnívoras.
Me tienes el vientre como alacena
colmada de libros y códices vertidos
entregado recipiente soy
de tu hambre impaciente.
Me vistes de fino palio
atravesado de sol,
por esos ojos tuyos
que espantan confusiones
y me ordenan los muebles.
Eres hombre encontrado
en el umbral de mis versos
que son como los tuyos
con lengua tintada
buscando tu pincelada.
Constanza Everdeen © ®
Hay poemas cuyo perfume, desde el primero hasta el último precioso acento de sus versos, están destinados a trascender los límites del tiempo y del espacio. Hay poemas eternos,
ResponderEliminarEl poema, el amor son todo el tiempo.
EliminarCuan beneficioso para los retazos de mi memoria, leerte!
ResponderEliminarMe alegro de que así sea, gracias siempre por leerme. Saludos.
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