Una luz que nace del silencio
y hablando silencios vive,
entre las sombras más cercanas
con la mirada de la tierra expiatoria
con la mirada de la tierra expiatoria
mira y calla todo,
grita sola.
Puedes oírla...?
Dime otra vez por lo que mueres
y te daré gran parte de la vida
o una porción dulce e infinita
con la que pasar más de una tarde,
no tiene por qué ser domingo
aún así siempre será festivo,
en esta selva que tiene todos los ojos
pero que solo ve los tuyos.
Ahí donde queda la herida,
por encima está el amor
porque a cualquier hora del día,
te quiero...
y aunque no espere, te espero,
escribiendo oraciones
que no necesitan jurar
y conjuran por ti.
Constanza Everdeen © ®