domingo, 9 de agosto de 2020

Almas anónimas.

Tengo el alma fría y el cuerpo aún caliente,
la carne guarda la esperanza de la carne,
el verbo es un desatino sin destino
muriendo en tu boca lejana.

Qué existe entre el hielo y las llamas,
que a toda hora me llama,
en creciente desconsuelo?
Debe ser la realidad y sus ejércitos 
segando fantasías, sembrando quimeras
en un campo ya desierto.

Si acaso un espejismo
donde volver a tenernos
y ser absorbidos por un océano,
hasta lanzarnos a otro margen posible
como en las leyendas de esas costas abruptas
donde salvar la vida es una proeza, 
una poesía anónima y breve
que sueña ser eterna.




Constanza Everdeen ® ©


2 comentarios:

  1. Pero qué bonito escribes, joder!
    Tus versos son enteramente comestibles...
    Un verdadero temblor de tierra!

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