la carne guarda la esperanza de la carne,
el verbo es un desatino sin destino
muriendo en tu boca lejana.
Qué existe entre el hielo y las llamas,
que a toda hora me llama,
en creciente desconsuelo?
Debe ser la realidad y sus ejércitos
segando fantasías, sembrando quimeras
en un campo ya desierto.
Si acaso un espejismo
donde volver a tenernos
y ser absorbidos por un océano,
hasta lanzarnos a otro margen posible
como en las leyendas de esas costas abruptas
donde salvar la vida es una proeza,
una poesía anónima y breve
que sueña ser eterna.
Constanza Everdeen ® ©
Pero qué bonito escribes, joder!
ResponderEliminarTus versos son enteramente comestibles...
Un verdadero temblor de tierra!
Gracias por el bonito y efusivo comentario :)
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