martes, 8 de mayo de 2018

Sin razones.

Quizá tengamos razones para esperar sentados.

Razones para despojarnos de miserias y verdades,
para devorarnos las mentiras y fingir que no llueve.

Razones para maquillar las sombras y regar el infierno
con ganas de las buenas.

Todas las razones para quedarnos o salir corriendo.
Dejarnos miguitas por si queremos regresar a la curva donde nos matamos.

Recordar todas las razones que sin miedo,
desafiando a toda aritmética e intención,
nos hacían temblar las piernas.

Quizá así nos demos cuenta de que no hemos olvidado las razones,
encontremos la rima dentro de la arritmia,
y lejos, muy lejos de la sinrazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario