Nos entramos hasta el alma
adheridos como líquenes brillantes
a la madera y a nuestra manera
con la vehemencia del primer deseo.
En esta soldadura
sensible y temeraria
cuando la tierra se abre
más se unen nuestros latidos.
Las ansias fundidas
sobre nuestras pieles confundidas
entre metales preciosos
y graves grabados
en la profundidad salvaje
de las pupilas enfrentadas.
Desapegados de fríos
los errores errantes,
dejan el espacio
a la bohemia escena
donde nos escribimos
con los labios.
Por senderos de serendipias
sabiéndonos buscados,
nadie nos ve bailar
solo el mundo y el tiempo.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 31 de marzo de 2019
viernes, 29 de marzo de 2019
Creer, crearte.
Creyente y creador
te quiero despeinado
por el genio de los vientos,
dibujando dédalos imposibles
que te tengan a salvo y limpio
de máculas no oleosas.
Creyente y creador
me quiero sentada
en tu estación sin días
aunque esperes y no me veas
nunca dejo de deshacer lo tejido.
Creyente y creador
nos quiero vivos
en infinitos vergeles
sin corolas que contar,
dentro de elixires astrales
y cuerpos de cristal.
Creyente y creador
te hacen las estrellas un camino
de valientes valores
y mar de plenitudes,
torrentes de dorados laureles
donde escribir nuestros nombres
y quemar.
Creer, crearte
recrearnos en cada paisaje
crecientes enredaderas
en nuestros ojos cerrados,
en nuestras manos abiertas.
Constanza Everdeen © ®
te quiero despeinado
por el genio de los vientos,
dibujando dédalos imposibles
que te tengan a salvo y limpio
de máculas no oleosas.
Creyente y creador
me quiero sentada
en tu estación sin días
aunque esperes y no me veas
nunca dejo de deshacer lo tejido.
Creyente y creador
nos quiero vivos
en infinitos vergeles
sin corolas que contar,
dentro de elixires astrales
y cuerpos de cristal.
Creyente y creador
te hacen las estrellas un camino
de valientes valores
y mar de plenitudes,
torrentes de dorados laureles
donde escribir nuestros nombres
y quemar.
Creer, crearte
recrearnos en cada paisaje
crecientes enredaderas
en nuestros ojos cerrados,
en nuestras manos abiertas.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 25 de marzo de 2019
Rueda.
A diario te abordo
y soy captura
de tus pólenes invasores
volada entre tus velas
agitadas por el viento,
desafío al alba
adorando tu sombra de serbal.
Me parpadea el alma
ante tu cercanía
como una llama
que crece silenciosa
queriendo alcanzar
lo imposible
de tu tierra solar.
Desvanezco ocurrencias
entre las nubes rápidas
como luciérnagas inesperadas
peinando la brújula,
trenzándome las quimeras.
No concibo otras semillas
brotando en lo salvaje
en todo lo que alumbra
y está vivo de utopías.
Ávido el amor
cada amanecer es un salto
una victoria sin espadas,
la conquista de un destino
elegido e indomable.
Constanza Everdeen © ®
y soy captura
de tus pólenes invasores
volada entre tus velas
agitadas por el viento,
desafío al alba
adorando tu sombra de serbal.
Me parpadea el alma
ante tu cercanía
como una llama
que crece silenciosa
queriendo alcanzar
lo imposible
de tu tierra solar.
Desvanezco ocurrencias
entre las nubes rápidas
como luciérnagas inesperadas
peinando la brújula,
trenzándome las quimeras.
No concibo otras semillas
brotando en lo salvaje
en todo lo que alumbra
y está vivo de utopías.
Ávido el amor
cada amanecer es un salto
una victoria sin espadas,
la conquista de un destino
elegido e indomable.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 21 de marzo de 2019
Beso, vesania.
Me quiero desmemoriada y muda
que me dejes sin preguntas
cuando tu flecha gira
como molino demente
y tu fuerza de gigante
desea partirme en dos.
Se multiplican las estrellas
en este renacimiento
donde inventos y obras
rehacen los mitos
oscuros y brillantes.
Vivimos donde nos esperamos,
perpetuando salvaciones
entre los insomnes soñadores,
con la cordura voladora
de los amantes de acantilados
y la luminosa locura
que habita en la cueva.
Paciente y menguante
te espero al oeste del palacio azul
entre doseles retorcidos y tules
entre cobaltos y asaltos
huesos y carne apretados
por tu rojo primario.
Aguardada en tu alma
venosa materialización
el mar de tu blanca espuma
en el férreo continente contenido.
Constanza Everdeen ® ©
que me dejes sin preguntas
cuando tu flecha gira
como molino demente
y tu fuerza de gigante
desea partirme en dos.
Se multiplican las estrellas
en este renacimiento
donde inventos y obras
rehacen los mitos
oscuros y brillantes.
Vivimos donde nos esperamos,
perpetuando salvaciones
entre los insomnes soñadores,
con la cordura voladora
de los amantes de acantilados
y la luminosa locura
que habita en la cueva.
Paciente y menguante
te espero al oeste del palacio azul
entre doseles retorcidos y tules
entre cobaltos y asaltos
huesos y carne apretados
por tu rojo primario.
Aguardada en tu alma
venosa materialización
el mar de tu blanca espuma
en el férreo continente contenido.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 17 de marzo de 2019
Ensueños.
En esta irreverencia onírica
con diabólica hambruna
a puñados devoras mis flores,
abrasando los extensos campos
de esta herejía acompasada.
Manan manantiales
como advenedizas señales
de verbos de oro puro
y plata fulgurosa.
Nos miramos como dioses encarnados
con la líquida humildad
de nuestros estallidos
abatidos sobre un lecho
grabado de lirios.
La amante nigromante
de tu venus en creciente caligrafía,
audaz y temblorosa la lectura
de tu centro visceral.
Akásica necesidad de escuchar
todos los registros de tu voz
la memoria constante
de todo elemento y criba
de lo que no pertenece al fuego.
Quizá si alcanzamos las sombras
lluevan pétalos en las cuatro esquinas,
en cada cristal roto y aún vivo,
en la distancia imposible
entre tu silencio y el mío.
Constanza Everdeen © ®
con diabólica hambruna
a puñados devoras mis flores,
abrasando los extensos campos
de esta herejía acompasada.
Manan manantiales
como advenedizas señales
de verbos de oro puro
y plata fulgurosa.
Nos miramos como dioses encarnados
con la líquida humildad
de nuestros estallidos
abatidos sobre un lecho
grabado de lirios.
La amante nigromante
de tu venus en creciente caligrafía,
audaz y temblorosa la lectura
de tu centro visceral.
Akásica necesidad de escuchar
todos los registros de tu voz
la memoria constante
de todo elemento y criba
de lo que no pertenece al fuego.
Quizá si alcanzamos las sombras
lluevan pétalos en las cuatro esquinas,
en cada cristal roto y aún vivo,
en la distancia imposible
entre tu silencio y el mío.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 14 de marzo de 2019
Yaz.
Llenas toda visión de misterio azulado
arrullándome la piel
con la brisa cálida y nocturna
de tu boca arcana.
Olvido toda venganza
derramando la miel sobre tu silencio
antesala de tu último grito,
de tu eco habitante.
Me miro en tu espejo
cuando nos sacas a bailar
y se ruborizan hasta las teclas de ese piano
que por fin entiende la caída de sus notas.
Con pasión y sin piedad
escribimos las escenas
dulces y obscenas
de este amor improvisado,
verdadero todo el tiempo.
Me lates en todo
y el todo me habla de ti
me conoces, te conozco
y sin saber nada del todo,
todo se reconoce.
Constanza Everdeen © ®
arrullándome la piel
con la brisa cálida y nocturna
de tu boca arcana.
Olvido toda venganza
derramando la miel sobre tu silencio
antesala de tu último grito,
de tu eco habitante.
Me miro en tu espejo
cuando nos sacas a bailar
y se ruborizan hasta las teclas de ese piano
que por fin entiende la caída de sus notas.
Con pasión y sin piedad
escribimos las escenas
dulces y obscenas
de este amor improvisado,
verdadero todo el tiempo.
Me lates en todo
y el todo me habla de ti
me conoces, te conozco
y sin saber nada del todo,
todo se reconoce.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 10 de marzo de 2019
Tendencias.
Los suspiros me sostienen
en esa nube plateada
que redime mis desvelos.
Me eliges números sin azar
entre fechas convulsas
como si la agitación de mis caderas
fueran los dados de tu suerte.
Esos músicos dementes
sacándose andantes acordes
en la celeridad del hundimiento
por las latitudes imposibles de una alcoba.
Después el beso y sus formas internacionalizadas
en un fluido y salvaje territorio,
desenfreno de galaxias dominantes y límites abiertos
a nuevas repúblicas donde morir.
Entre suspiros, las letras
y entre las letras,
ese silencio amatorio
preámbulo de roces y rezos,
de verticalidad y tendencias.
Constanza Everdeen. © ®
en esa nube plateada
que redime mis desvelos.
Me eliges números sin azar
entre fechas convulsas
como si la agitación de mis caderas
fueran los dados de tu suerte.
Esos músicos dementes
sacándose andantes acordes
en la celeridad del hundimiento
por las latitudes imposibles de una alcoba.
Después el beso y sus formas internacionalizadas
en un fluido y salvaje territorio,
desenfreno de galaxias dominantes y límites abiertos
a nuevas repúblicas donde morir.
Entre suspiros, las letras
y entre las letras,
ese silencio amatorio
preámbulo de roces y rezos,
de verticalidad y tendencias.
Constanza Everdeen. © ®
jueves, 7 de marzo de 2019
Cinco "quieros"
Tengo cinco "quieros"
repentinos y constantes
de una lista que se me hace eterna,
una comanda de deseos incontables
de imposible cercanía
a su descripción.
Quiero todas tus vocales ahogadas
en la profundidad del musgo carmesí.
Quiero la consonancia y resonancia
de cada uno de tus gritos
en la piedra de mi templo.
Quiero admirarte
ante ventanas sepultadas
y solo ver pequeñas muertes
que te hacen más vivo,
en mis manos vacías
y llenas de realidades.
Quiero que te levantes como el viento
cuando veas mi falda moverse,
que sea tu bandera blanca
hundiéndose en mi paz.
Nos quiero anónimos
flotando en el mar
dejándonos hacer
por esta cíclica marea
que nos arrastra
al umbral de la primera puerta,
a las escaleras del primer quiero.
Constanza Everdeen. ® ©
repentinos y constantes
de una lista que se me hace eterna,
una comanda de deseos incontables
de imposible cercanía
a su descripción.
Quiero todas tus vocales ahogadas
en la profundidad del musgo carmesí.
Quiero la consonancia y resonancia
de cada uno de tus gritos
en la piedra de mi templo.
Quiero admirarte
ante ventanas sepultadas
y solo ver pequeñas muertes
que te hacen más vivo,
en mis manos vacías
y llenas de realidades.
Quiero que te levantes como el viento
cuando veas mi falda moverse,
que sea tu bandera blanca
hundiéndose en mi paz.
Nos quiero anónimos
flotando en el mar
dejándonos hacer
por esta cíclica marea
que nos arrastra
al umbral de la primera puerta,
a las escaleras del primer quiero.
Constanza Everdeen. ® ©
sábado, 2 de marzo de 2019
Tres vidas.
Tres vidas en cada estación
para los amantes de los trenes a deshora.
Encuentro sin búsqueda
como el mágico hallazgo
de una caracola ermitaña,
a la orilla de un mar tardío
y desesperado por pleamares.
Tres vidas cada día
en cada cópula sintáctica
entre panes gramaticales
y escobas activas.
Crece el tiempo y el aliento
se desvanece el miedo a la sequía
hembra, hombre y hambre,
mendigándose con descaro
lo que se llevan a la boca.
Tres vidas bebidas y servidas,
un ágape incondicional
donde lo indómito es invadido
y lo violento es coreografía.
En este mundo pequeño
de distancias faraónicas
arden lirios de agua
ajenos al prodigio.
conscientes de sus tres vidas.
Constanza Everdeen, ©®
para los amantes de los trenes a deshora.
Encuentro sin búsqueda
como el mágico hallazgo
de una caracola ermitaña,
a la orilla de un mar tardío
y desesperado por pleamares.
Tres vidas cada día
en cada cópula sintáctica
entre panes gramaticales
y escobas activas.
Crece el tiempo y el aliento
se desvanece el miedo a la sequía
hembra, hombre y hambre,
mendigándose con descaro
lo que se llevan a la boca.
Tres vidas bebidas y servidas,
un ágape incondicional
donde lo indómito es invadido
y lo violento es coreografía.
En este mundo pequeño
de distancias faraónicas
arden lirios de agua
ajenos al prodigio.
conscientes de sus tres vidas.
Constanza Everdeen, ©®
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