Me quiero desmemoriada y muda
que me dejes sin preguntas
cuando tu flecha gira
como molino demente
y tu fuerza de gigante
desea partirme en dos.
Se multiplican las estrellas
en este renacimiento
donde inventos y obras
rehacen los mitos
oscuros y brillantes.
Vivimos donde nos esperamos,
perpetuando salvaciones
entre los insomnes soñadores,
con la cordura voladora
de los amantes de acantilados
y la luminosa locura
que habita en la cueva.
Paciente y menguante
te espero al oeste del palacio azul
entre doseles retorcidos y tules
entre cobaltos y asaltos
huesos y carne apretados
por tu rojo primario.
Aguardada en tu alma
venosa materialización
el mar de tu blanca espuma
en el férreo continente contenido.
Constanza Everdeen ® ©
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