jueves, 1 de agosto de 2019

El sueño y la tarde.

Sueño la piel con la piel,
descansa el cielo sobre el lago
al compás calmado de los tambores
girando en vinilos oscuros.

La tarde larga y lenta
como una novela imposible
saborea nuestra espera,
las aspas del ventilador no saben
como inventar el aire.

Le escribo al sol
para me traiga la noche
y tú vengas,
para hacerme hueco y forma 
en la postura de tu cuerpo
y ahogarme en tu iris de aguas transparentes.

Acoplarme a ti como una pieza maestra,
como un elemento vital
en tu respiración hechizada,
mientras se te forman nuevas galaxias
a donde llevarme.

Sueño con tu extenuación sobre mi vientre
como el retrato del héroe abrazado a su fortuna.


Constanza Everdeen © ®



2 comentarios:

  1. Veintidós versos de perfume constelado.
    Veintidós hechizos inevitables...

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