Que me busquen en tus ojos
en la arcilla de tus manos
entre esa legión de palabras
que inflama tu mirada
de mar embravecido.
Estoy hecha de ti
de tus órbitas de siete lenguas
deslenguadas y puras
surcando mi segunda piel desvanecida,
delicada de fricciones
cercana al quiebro.
Que me llamen por tu nombre
que yo firmaré con el mío
encendido de fuego,
para que ardan los rumores
de que ya no estamos locos
porque no nos venció esta riqueza.
Que todo sueño trémulo y dormido
despierte a tu lado,
que el mundo empiece
donde tú me terminas.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 29 de diciembre de 2019
domingo, 8 de diciembre de 2019
El bocado de Adán.
Te he sonreído
con la cara plena de vida
en nuestra mañana de luz blanca
y de negras pupilas.
He mirado sin piedad
la contención de tu fuerza
como el hambre mira
a las ganas doloridas.
Nos hemos tocado
con la pureza del agua,
con el valor de la belleza
llegándonos al pozo más oscuro.
Me llevas, te llevo
como navío a la deriva
a la orden de los vientos y mareas
hasta el paraíso de esa otra orilla.
La visión de una nuez
temblorosa y crecida
entre las tiernas garras
de la noche libadora
que conjura islas en llamas,
atravesando las almas
en el vuelo de un ángel.
Constanza Everdeen ® ©
con la cara plena de vida
en nuestra mañana de luz blanca
y de negras pupilas.
He mirado sin piedad
la contención de tu fuerza
como el hambre mira
a las ganas doloridas.
Nos hemos tocado
con la pureza del agua,
con el valor de la belleza
llegándonos al pozo más oscuro.
Me llevas, te llevo
como navío a la deriva
a la orden de los vientos y mareas
hasta el paraíso de esa otra orilla.
La visión de una nuez
temblorosa y crecida
entre las tiernas garras
de la noche libadora
que conjura islas en llamas,
atravesando las almas
en el vuelo de un ángel.
Constanza Everdeen ® ©
martes, 26 de noviembre de 2019
Soñé "Será poema".
Hoy soñé un año luz de estrellas.
Lo bebías de mi pecho
con la sed hecha de fuego
como la criatura devorando su noche,
yo te miraba como mira la lluvia
creciéndome dentro un mundo antiguo.
Me llegabas hasta el alma
silenciando los truenos,
abriendo las flores de agua a los ríos.
Me hablabas en lenguas muertas
con tu lengua viva,
volcándome la vida entera
como si fuera la última
de mil que empiezan...
Hoy soñé con todos mis sentidos,
el mejor hombre entre todos los campos de trigo.
Constanza Everdeen ®
domingo, 10 de noviembre de 2019
Versos cartoamantes.
Que nos sostenga esta vida encontrada,
en sueños de ojos abiertos esperada
que no sea enemigo el ojalá.
Porque amor,
en todas las batallas muero contigo
y si vuelvo
es alcanzando tu mano tendida,
tu vuelo de hombre pájaro
remontando el río de lágrimas azules
como esos peces extraños
en la receta de un gato.
Y si vuelves
es acompañando mi destino,
humano grito cartoamante
borrando las huellas doloridas
como el mar vehemente
a nuestros pies esculpidos.
Y si todo se nos hunde
que sea en una nube secreta
en aquella isla soñada
en una vida también vivida.
Constanza Everdeen ® ©
viernes, 8 de noviembre de 2019
Un poema.
Cada poema es un regreso,
una puerta inventada
por donde entrarte.
Una cita improvisada,
en las ramas altas
de la madrugada,
siempre llovida,
allí donde despiertan
los húmedos corazones
de los amantes.
Cada poema
es mi ventana encendida
en tu respiración insomne,
invitando al fuego
desnudo y nocturno
que ahoga el verso
dulce y perverso
en gemidos.
Cada poema
es fiel testimonio,
el verdadero poema
es el que no está escrito.
Constanza Everdeen ® ©
una puerta inventada
por donde entrarte.
Una cita improvisada,
en las ramas altas
de la madrugada,
siempre llovida,
allí donde despiertan
los húmedos corazones
de los amantes.
Cada poema
es mi ventana encendida
en tu respiración insomne,
invitando al fuego
desnudo y nocturno
que ahoga el verso
dulce y perverso
en gemidos.
Cada poema
es fiel testimonio,
el verdadero poema
es el que no está escrito.
Constanza Everdeen ® ©
viernes, 1 de noviembre de 2019
Vereda verdadera.
Metida en tu vereda,
bebo tu verdad
que es la mía,
de sabor dulce y amargo
como nuestra danza inconsciente
entre helechos encriptados
y álamos de luna.
En el erguido tallo del girasol
brotando de los campos
de la avena invencible,
en cada vena y aliento
muere y nace el día.
Al abrigo discreto de la vaguada
retozamos sobre el lecho otoñal
con el deseo de mil vidas,
girando el cielo en órbitas de placer
de azul profundo y extendido.
Las nubes deshiladas
nos acarician el tiempo,
la edad de habitarnos
bajo hábitos dementes,
locura incendiada
de los que aman y no se conocen,
de los que no necesitan ser vistos
y anhelan verse.
Constanza Everdeen © ®
bebo tu verdad
que es la mía,
de sabor dulce y amargo
como nuestra danza inconsciente
entre helechos encriptados
y álamos de luna.
En el erguido tallo del girasol
brotando de los campos
de la avena invencible,
en cada vena y aliento
muere y nace el día.
Al abrigo discreto de la vaguada
retozamos sobre el lecho otoñal
con el deseo de mil vidas,
girando el cielo en órbitas de placer
de azul profundo y extendido.
Las nubes deshiladas
nos acarician el tiempo,
la edad de habitarnos
bajo hábitos dementes,
locura incendiada
de los que aman y no se conocen,
de los que no necesitan ser vistos
y anhelan verse.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 30 de octubre de 2019
Queda constancia.
La tierra a veces no es justa
cuando no puedo agarrarte de la solapa
y explicarle a tus ojos
lo que veo con los míos.
Tan honestamente complejos,
con apenas tres céntimos en el bolsillo
somos inmensamente ricos,
generosos cuidadores de las flores.
Entran y parece que pisan,
imitan su forma,
reptan vacíos e incapaces
en el aroma que no pueden plagiar.
Si fueran conscientes
de la belleza del veneno,
quizá descubrirían su propio jardín.
Ciego el que no ama y rompe,
un corazón roto es una gran fortuna.
No sabemos de espinas,
vivimos entre pájaros azules
que es lo que sangra la herida
y escribe y pinta poesía.
Constanza Everdeen ® ©
cuando no puedo agarrarte de la solapa
y explicarle a tus ojos
lo que veo con los míos.
Tan honestamente complejos,
con apenas tres céntimos en el bolsillo
somos inmensamente ricos,
generosos cuidadores de las flores.
Entran y parece que pisan,
imitan su forma,
reptan vacíos e incapaces
en el aroma que no pueden plagiar.
Si fueran conscientes
de la belleza del veneno,
quizá descubrirían su propio jardín.
Ciego el que no ama y rompe,
un corazón roto es una gran fortuna.
No sabemos de espinas,
vivimos entre pájaros azules
que es lo que sangra la herida
y escribe y pinta poesía.
Constanza Everdeen ® ©
miércoles, 23 de octubre de 2019
Desacantilados.
En mis oraciones somos desnudos
y no perdonamos la noche,
la castigamos de fuegos
de juegos esculpidos en llamas.
En mi rezo,
me haces besar los cristales
mientras la tempestad nos mira desde fuera
y me la traes dentro.
Serena y desacantilada
en el fuerte amarre de tus manos,
grito lo que tú solo oyes
y te rindes al mar y al canto
como los mitos viajeros.
En mi adoración
el tiempo es carnoso y dilatado
es el verde brotando en la sequía,
las flores más sencillas despertando
con el brillo del sol en el rocío.
En mi súplica
se funden los metales de la espada
y todo se vuelve alimento sonriente
mecenazgo del hambre,
la descarada redención
donde arden los laureles.
Todo lo que pido
me lo das multiplicado
y no ruego por los números,
bebo de la fuente.
Constanza Everdeen ® ©
y no perdonamos la noche,
la castigamos de fuegos
de juegos esculpidos en llamas.
En mi rezo,
me haces besar los cristales
mientras la tempestad nos mira desde fuera
y me la traes dentro.
Serena y desacantilada
en el fuerte amarre de tus manos,
grito lo que tú solo oyes
y te rindes al mar y al canto
como los mitos viajeros.
En mi adoración
el tiempo es carnoso y dilatado
es el verde brotando en la sequía,
las flores más sencillas despertando
con el brillo del sol en el rocío.
En mi súplica
se funden los metales de la espada
y todo se vuelve alimento sonriente
mecenazgo del hambre,
la descarada redención
donde arden los laureles.
Todo lo que pido
me lo das multiplicado
y no ruego por los números,
bebo de la fuente.
Constanza Everdeen ® ©
sábado, 19 de octubre de 2019
Ceguera Inusitada.
Que nos devore el viento
y en la cumbre de la llama
se quemen nuestros nombres
para reconocernos nuevos.
Que la cenicienta luna
se llene de presagios,
de cascabeles leguminosos
y ahuyente las hieles
vestidas de realidades.
Déjame ciega
en el reverso del verso
en el beso oscuro,
ahogada en mar de caramelo.
El paraíso renacido en una costilla,
nuestros puentes el hambre
por encima el torrente
debajo las brasas de un laberinto dulce.
Desde la cornisa del arte
entre las alas del sueño
si me invoca tu boca,
la lluvia.
Constanza Everdeen ® ©
y en la cumbre de la llama
se quemen nuestros nombres
para reconocernos nuevos.
Que la cenicienta luna
se llene de presagios,
de cascabeles leguminosos
y ahuyente las hieles
vestidas de realidades.
Déjame ciega
en el reverso del verso
en el beso oscuro,
ahogada en mar de caramelo.
El paraíso renacido en una costilla,
nuestros puentes el hambre
por encima el torrente
debajo las brasas de un laberinto dulce.
Desde la cornisa del arte
entre las alas del sueño
si me invoca tu boca,
la lluvia.
Constanza Everdeen ® ©
viernes, 11 de octubre de 2019
Noche ardida.
Hemos dejado la noche ardida,
hecha jirones renacidos
asustada de gritos
en su silencio oscuro.
Ha quedado la habitación rota,
llena de hilos
de tejidos arrancados,
de lamentos y gemidos.
Nos han avanzado las lágrimas
surcándonos el rostro de duelos
y las hemos sacudido
con el latido de cada órgano ,
con la furia de la víscera.
Luce todo tan sucio, amor
que deslumbra la umbra y la mirada,
el resto y el rastro de la palabra obscena
los cuerpos rompientes,
ascendidos
deseando caer en otro laberinto
de médula oleosa y abierta.
Hemos dejado la noche ardida bajo las aguas
como fieras fundiendo cada eslabón de la cadena,
entregados a los febriles licores
que ahogan las bocas de los corales.
Hemos ardido y nos sueña la noche.
Constanza Everdeen ® ©
hecha jirones renacidos
asustada de gritos
en su silencio oscuro.
Ha quedado la habitación rota,
llena de hilos
de tejidos arrancados,
de lamentos y gemidos.
Nos han avanzado las lágrimas
surcándonos el rostro de duelos
y las hemos sacudido
con el latido de cada órgano ,
con la furia de la víscera.
Luce todo tan sucio, amor
que deslumbra la umbra y la mirada,
el resto y el rastro de la palabra obscena
los cuerpos rompientes,
ascendidos
deseando caer en otro laberinto
de médula oleosa y abierta.
Hemos dejado la noche ardida bajo las aguas
como fieras fundiendo cada eslabón de la cadena,
entregados a los febriles licores
que ahogan las bocas de los corales.
Hemos ardido y nos sueña la noche.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 6 de octubre de 2019
El baile del mejor hombre.
Mi buen hombre me susurra las verdades
mientras giramos en la pista de baile,
en una nube de vinilo improvisada
en su sonrisa de las estrellas.
Sacude mi tristeza de tarde serena
y me siento la ola más grande,
la más desnuda y ardida.
El buen hombre me cuenta las perlas
y cuenta conmigo
yo solo alcanzo a contar,
los cinco botones de su chaleco
y sus dos pupilas,
ahora cristales desvelados
por mis telas de flores.
Suspendido en mi cintura y yo en su boca,
proclama ser mejor hombre,
me lo dice...
y me crece la vida,
me crece el hombre.
Constanza Everdeen ® ©
sábado, 5 de octubre de 2019
Tiempo.
Desnuda ante el tiempo,
eres el tiempo y sus manos.
En tu cuerpo desaparece el tiempo
y tiempo y alma se hacen libres,
se hacen nuevos libros.
Si te escribo el tiempo
todos los renglones
eufóricos y tristes
acaban en "quiero irme contigo".
Entre perder o ganar el tiempo,
elijo vivirlo a tu lado,
aun de lejos que siempre es cerca.
Le doy tiempo al tiempo
para que te quedes
y vuelvas a la orilla.
Te gesto el tiempo
para darnos la vida
y decirte "sí quiero",
te quiero todo el tiempo.
Constanza Everdeen ® ©
eres el tiempo y sus manos.
En tu cuerpo desaparece el tiempo
y tiempo y alma se hacen libres,
se hacen nuevos libros.
Si te escribo el tiempo
todos los renglones
eufóricos y tristes
acaban en "quiero irme contigo".
Entre perder o ganar el tiempo,
elijo vivirlo a tu lado,
aun de lejos que siempre es cerca.
Le doy tiempo al tiempo
para que te quedes
y vuelvas a la orilla.
Te gesto el tiempo
para darnos la vida
y decirte "sí quiero",
te quiero todo el tiempo.
Constanza Everdeen ® ©
miércoles, 2 de octubre de 2019
Juegos de lluvia.
Vivo de recuerdos vivos.
Recuerdo los juegos de lluvia traviesa,
tu osadía abierta
a las tímidas gotas
posándose en mis labios,
la húmeda adherencia del tejido
delatando nuestras formas
que se buscan.
Recuerdo corromper la piel lisa del barro,
con la cordura más salvaje
rociando los helechos y sus sombras
con símbolos de arcilla.
Recuerdo como atravesamos
el alma al agua
hasta hacerla llorar de plenitudes,
ante los ojos ancianos y conformes
de los árboles.
Recuerdo que la piedra no era fría
y los líquenes ardiendo
en el dolor de nuestros huesos,
esculpiendo un amor extraño.
Vivo de recuerdos vivos.
Constanza Everdeen ® ©
miércoles, 25 de septiembre de 2019
Te escribo ríos.
La mirada en el alto glorioso, renacido
y el camino deshaciéndose a los pies
de un sueño líquido.
Tu cuerpo, la roca que encauza el río.
Fluyen gritos silenciados en sus aguas,
rompiendo el imparable caudal
en nieblas y espumas
donde dejamos de existir.
Derrumbados en riberas opuestas
de un mismo torrente,
como guardián y ninfa caídos
junto a su espejo más profundo,
allí donde las nubes se reflejan
en húmeda acuarela.
Allí, se nos vuelve el amor triste,
en ese instante de juncos abatidos.
Después el delta abriendo las sonrisas,
la corriente calmada en las venas,
detrás el océano que siempre espera
y el cielo adormecido sobre el horizonte.
Te escribo ríos para que el mar se te vacíe de nombres,
hoy la lluvia dibuja nostalgias en su extensión de cristales azules.
Constanza Everdeen ® ©
y el camino deshaciéndose a los pies
de un sueño líquido.
Tu cuerpo, la roca que encauza el río.
Fluyen gritos silenciados en sus aguas,
rompiendo el imparable caudal
en nieblas y espumas
donde dejamos de existir.
Derrumbados en riberas opuestas
de un mismo torrente,
como guardián y ninfa caídos
junto a su espejo más profundo,
allí donde las nubes se reflejan
en húmeda acuarela.
Allí, se nos vuelve el amor triste,
en ese instante de juncos abatidos.
Después el delta abriendo las sonrisas,
la corriente calmada en las venas,
detrás el océano que siempre espera
y el cielo adormecido sobre el horizonte.
Te escribo ríos para que el mar se te vacíe de nombres,
hoy la lluvia dibuja nostalgias en su extensión de cristales azules.
Constanza Everdeen ® ©
sábado, 21 de septiembre de 2019
Atento entendimiento.
Quiero entenderte
como entienden los colores al cielo
o el río a tu llanto
que se une a él
y lo hace libre y crecido,
como las alas del ángel
que descubre la sed
bebiendo de mis manos.
Quiero entenderte
como entiende la dulzura al amor
que deviene en cálida miel
acariciando tu pecho
o la lluvia que despierta la piel
del silencio de sus anhelos.
Quiero entenderte
como entienden los poetas
la belleza oculta de las cosas
e ir a tu vera,
como tus libros callados
guías y compañeros.
Quiero entenderte
como entiende la mar al marinero
que saben de su espera y su regreso
o la magia mirando al sombrero
como el misterio mira a la vida.
Quiero entenderte
porque te quiero
como el pájaro atento
a la ráfaga del viento.
Constanza Everdeen © ®
como entienden los colores al cielo
o el río a tu llanto
que se une a él
y lo hace libre y crecido,
como las alas del ángel
que descubre la sed
bebiendo de mis manos.
Quiero entenderte
como entiende la dulzura al amor
que deviene en cálida miel
acariciando tu pecho
o la lluvia que despierta la piel
del silencio de sus anhelos.
Quiero entenderte
como entienden los poetas
la belleza oculta de las cosas
e ir a tu vera,
como tus libros callados
guías y compañeros.
Quiero entenderte
como entiende la mar al marinero
que saben de su espera y su regreso
o la magia mirando al sombrero
como el misterio mira a la vida.
Quiero entenderte
porque te quiero
como el pájaro atento
a la ráfaga del viento.
Constanza Everdeen © ®
martes, 17 de septiembre de 2019
Hojas.
Quizá de tu mano
y cruzar todos los umbrales,
como ese otoño presuroso
por la melancolía de las hojas
que sueñan ser besadas.
Las lágrimas escuchan,
acuden a ese paisaje ensoñado
que te guardo,
que no finge inviernos
que abriguen con esas hojas
el pecho dolorido.
Y yaciendo frente al fuego
nos besamos todo el calor,
para que no se le olvide la fiebre
a la curación del mundo.
Todos los puentes
cuando caminamos de la mano
por nuestras letras caídas,
sobre estas hojas
que delatan nuestros pasos,
que hacen remolinos
con cada beso.
Constanza Everdeen ® ©
y cruzar todos los umbrales,
como ese otoño presuroso
por la melancolía de las hojas
que sueñan ser besadas.
Las lágrimas escuchan,
acuden a ese paisaje ensoñado
que te guardo,
que no finge inviernos
que abriguen con esas hojas
el pecho dolorido.
Y yaciendo frente al fuego
nos besamos todo el calor,
para que no se le olvide la fiebre
a la curación del mundo.
Todos los puentes
cuando caminamos de la mano
por nuestras letras caídas,
sobre estas hojas
que delatan nuestros pasos,
que hacen remolinos
con cada beso.
Constanza Everdeen ® ©
sábado, 14 de septiembre de 2019
Noche de lobos
La noche que la veleta
hizo girar al viento,
me buscaste los lobos,
a lomos de un eclipse
tensado de aullidos.
Con la nieve en la cima
como una ofrenda que palidece
la abundancia de la tierra,
entre musgos prohibidos
y el tacto hermético de las piedras,
me encontraste el origen.
La luna con el vientre lleno
de mares de sol inagotable
y los árboles en sombra,
apuntando sus ramas derramadas
hacia la constelación de los héroes.
La noche que el viento
aquietó las alas al bosque,
yo dormí entre lobos
y nuestro silencio errante.
Constanza Everdeen ® ©
hizo girar al viento,
me buscaste los lobos,
a lomos de un eclipse
tensado de aullidos.
Con la nieve en la cima
como una ofrenda que palidece
la abundancia de la tierra,
entre musgos prohibidos
y el tacto hermético de las piedras,
me encontraste el origen.
La luna con el vientre lleno
de mares de sol inagotable
y los árboles en sombra,
apuntando sus ramas derramadas
hacia la constelación de los héroes.
La noche que el viento
aquietó las alas al bosque,
yo dormí entre lobos
y nuestro silencio errante.
Constanza Everdeen ® ©
martes, 10 de septiembre de 2019
El sueño del molino.
Abrazados sobre la hierba seca y nacer,
nacer juntos y solos.
El cielo sueña con el calor de las raíces,
carne y músculos de roble retorcidos
entrándose a través de la lluvia filtrada.
El cielo le hace el amor a la tristeza
y nunca duerme.
La tierra imagina nubes
creando en el vuelo de las águilas,
la señal y la fortuna,
la suerte de un jardín compartido
de pétalos tangibles.
La tierra le hace el amor a la esperanza
y nunca duerme.
Miramos la poza de piedra oscura
y el agua, el destino se nos hace transparente,
se nos hace un molino invisible.
El cielo y la tierra se remueven por amor,
el sueño y la imaginación nunca nos duermen.
Constanza Everdeen ® ©
nacer juntos y solos.
El cielo sueña con el calor de las raíces,
carne y músculos de roble retorcidos
entrándose a través de la lluvia filtrada.
El cielo le hace el amor a la tristeza
y nunca duerme.
La tierra imagina nubes
creando en el vuelo de las águilas,
la señal y la fortuna,
la suerte de un jardín compartido
de pétalos tangibles.
La tierra le hace el amor a la esperanza
y nunca duerme.
Miramos la poza de piedra oscura
y el agua, el destino se nos hace transparente,
se nos hace un molino invisible.
El cielo y la tierra se remueven por amor,
el sueño y la imaginación nunca nos duermen.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 8 de septiembre de 2019
Los latidos del pan.
La sed a horas furtivas
y el hambre de los lobos,
hacen leyendas de fuego,
espacios sin tiempo.
El sonido del agua
es torrente desbocado
en las manos sensibles del poeta.
Silencio sostenido
en la noche de una luna que besa
hasta hacer pan de los bosques.
Lluvia en llamas
empapando de goce el musgo,
brotan las siemprevivas
en esta mujer
que se te hace siempre nueva.
Esta mujer perenne en la espera
que reza a los truenos
por tu corazón calmado,
colmado de salvajes perfumes
y hondos pozos.
El manto nocturno y el trémulo plumaje
del que me susurra los verbos más oscuros,
del amor más brillante.
Constanza Everdeen ® ©
y el hambre de los lobos,
hacen leyendas de fuego,
espacios sin tiempo.
El sonido del agua
es torrente desbocado
en las manos sensibles del poeta.
Silencio sostenido
en la noche de una luna que besa
hasta hacer pan de los bosques.
Lluvia en llamas
empapando de goce el musgo,
brotan las siemprevivas
en esta mujer
que se te hace siempre nueva.
Esta mujer perenne en la espera
que reza a los truenos
por tu corazón calmado,
colmado de salvajes perfumes
y hondos pozos.
El manto nocturno y el trémulo plumaje
del que me susurra los verbos más oscuros,
del amor más brillante.
Constanza Everdeen ® ©
viernes, 6 de septiembre de 2019
Resaca.
Bebí la botella y lancé el mensaje al mar,
llevó mis letras al corazón de tu bahía
y en la última gota apurada
me diste el océano entero.
Entre estallido de olas y lenguas de sal,
nos llegamos a la melancolía
de nuestros pálidos corales
de rojos por vivir.
Y se hizo rumor marino,
se hizo porvenir
de otoños alcanzados de esperanza,
de mareas videntes y ensambladas.
Nuestras formas abiertas, mitológicas
navegaron los piélagos
hasta acercar la tierra,
alumbrando peces salvajes
y quimeras de agua.
Derretimos la espuma
en los cristales azogados,
crecieron las rocas grabadas
de esta historia con piel
de náutica hambrienta
y nos vimos morir.
En la resaca de párpados cerrados,
de playas distantes,
lanzo un mensaje al mar, amor.
Constanza Everdeen © ®
llevó mis letras al corazón de tu bahía
y en la última gota apurada
me diste el océano entero.
Entre estallido de olas y lenguas de sal,
nos llegamos a la melancolía
de nuestros pálidos corales
de rojos por vivir.
Y se hizo rumor marino,
se hizo porvenir
de otoños alcanzados de esperanza,
de mareas videntes y ensambladas.
Nuestras formas abiertas, mitológicas
navegaron los piélagos
hasta acercar la tierra,
alumbrando peces salvajes
y quimeras de agua.
Derretimos la espuma
en los cristales azogados,
crecieron las rocas grabadas
de esta historia con piel
de náutica hambrienta
y nos vimos morir.
En la resaca de párpados cerrados,
de playas distantes,
lanzo un mensaje al mar, amor.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 2 de septiembre de 2019
La tarde.
Te escribo al atardecer
cuando la tinta se torna sangre,
te miro entre aguas
a veces tristes
a veces agitadas.
Te miro callada
como trazas contornos
y detalles desconocidos,
ocultos en la cara de la luna
que se desvive por hacerse visible,
solo a tus ojos.
Me detengo fascinada
en el reflejo de tu estanque imantado,
vivo de colores y aromas de resina,
hondo como nuestras noches astrales.
Transito por selvas silenciosas
paciente espero a que se te desordene el fuego,
y me dibujes senderos de brasas encendidas
que hagan de nosotros
volcanes voladores.
Te escribo versos extendidos,
besos que quieren alcanzarte
procurarte la sed y este manantial,
siempre de agua nueva.
Te miro, te espero, te escribo
en esta tarde distante y declinada.
Constanza Everdeen ® ©
cuando la tinta se torna sangre,
te miro entre aguas
a veces tristes
a veces agitadas.
Te miro callada
como trazas contornos
y detalles desconocidos,
ocultos en la cara de la luna
que se desvive por hacerse visible,
solo a tus ojos.
Me detengo fascinada
en el reflejo de tu estanque imantado,
vivo de colores y aromas de resina,
hondo como nuestras noches astrales.
Transito por selvas silenciosas
paciente espero a que se te desordene el fuego,
y me dibujes senderos de brasas encendidas
que hagan de nosotros
volcanes voladores.
Te escribo versos extendidos,
besos que quieren alcanzarte
procurarte la sed y este manantial,
siempre de agua nueva.
Te miro, te espero, te escribo
en esta tarde distante y declinada.
Constanza Everdeen ® ©
sábado, 31 de agosto de 2019
Nimbo flotante.
El faro vigila a sus estrellas curiosas,
el viento las mueve, las hace sonar
como campanillas silenciosas
en un tramo de noche extraña
donde despierto en un nimbo ensoñado.
La Luna y su tarea
meciendo anhelos escondidos,
los pájaros mudos,
la hierba quieta,
nada delata mis pasos.
Todo lo latiente y espontáneo
me lleva por un camino
de roca y nombre sostenido en mis labios,
a pie de acantilado descalzo
marcado de huellas desnudas,
como la imagen y el deseo
lleno de ti en mí.
Flota la blanca nube
sobre un mar de calma entre mareas
me ofreces, me provocas
te yergues suspendido
en mis aguas confiadas
y salto.
Te salto entera
a través de vapores
ciega de algodones
húmedos de vida
para clavarme en tu corazón de isla.
Constanza Everdeen ® ©
el viento las mueve, las hace sonar
como campanillas silenciosas
en un tramo de noche extraña
donde despierto en un nimbo ensoñado.
La Luna y su tarea
meciendo anhelos escondidos,
los pájaros mudos,
la hierba quieta,
nada delata mis pasos.
Todo lo latiente y espontáneo
me lleva por un camino
de roca y nombre sostenido en mis labios,
a pie de acantilado descalzo
marcado de huellas desnudas,
como la imagen y el deseo
lleno de ti en mí.
Flota la blanca nube
sobre un mar de calma entre mareas
me ofreces, me provocas
te yergues suspendido
en mis aguas confiadas
y salto.
Te salto entera
a través de vapores
ciega de algodones
húmedos de vida
para clavarme en tu corazón de isla.
Constanza Everdeen ® ©
miércoles, 28 de agosto de 2019
Confit.
He besado las historias que duermen en tu sombra
las he mirado como la amante inmóvil
que escucha los huecos pensativos de tu silencio,
he aguardado el gesto invasor de tu mano
para despertar el bramido del tierno animal.
Nos hemos dejado caer en el sueño de ese abismo
de fauces tímidas e incivilizadas
abandonados a la profundidad insomne
del amar salado, la mar de dulce.
Haciendo de nuestra conversación confitería
y jardines diurnos con estatuas atentas,
nos bebemos la miel de las flores,
esas que se abren a nuestra amada noche
de relámpagos e ingenios sin descanso,
en la que la inflamada piel de los jazmines
se nos diluye en esta sangre de signo oscuro
el vuelo de las golondrinas temerarias,
un deseo de velas indomables,
un amor que remonta los ríos.
Constanza Everdeen © ®
las he mirado como la amante inmóvil
que escucha los huecos pensativos de tu silencio,
he aguardado el gesto invasor de tu mano
para despertar el bramido del tierno animal.
Nos hemos dejado caer en el sueño de ese abismo
de fauces tímidas e incivilizadas
abandonados a la profundidad insomne
del amar salado, la mar de dulce.
Haciendo de nuestra conversación confitería
y jardines diurnos con estatuas atentas,
nos bebemos la miel de las flores,
esas que se abren a nuestra amada noche
de relámpagos e ingenios sin descanso,
en la que la inflamada piel de los jazmines
se nos diluye en esta sangre de signo oscuro
el vuelo de las golondrinas temerarias,
un deseo de velas indomables,
un amor que remonta los ríos.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 26 de agosto de 2019
Tres días después.
Llegas puntual y sin reloj,
me acaricias y todo parece fácil
descargado de odiseas y de islas remotas.
Descansan los libros de un solo ojo
sobre el vientre del eclipse
aunque no exista destino sin tormenta
y se rehagan los ovillos.
Callan los nombres y sus llaves
se abrazan los botones con sus ojales,
mientras nos vemos en los ojos
la presencia emocionada
como ese encuentro
entre el mar y el desierto.
No quiero que se me vayan estas marcas de agua
que me dejas en las puertas de la sombra,
reza la piel por las huellas indelebles
donde duerme tu fuego escondido.
Nos arden rubíes en el pecho
aventurar a lo encarnado,
es la fortuna de hacernos girar.
Ofreciéndonos la herida, la llaga
para creer, crearnos más,
nos atravesamos el claroscuro
hasta tocar el alma del espejo.
Hay en tu lectura,
el bello universo de esta locura despierta.
Constanza Everdeen © ®
me acaricias y todo parece fácil
descargado de odiseas y de islas remotas.
Descansan los libros de un solo ojo
sobre el vientre del eclipse
aunque no exista destino sin tormenta
y se rehagan los ovillos.
Callan los nombres y sus llaves
se abrazan los botones con sus ojales,
mientras nos vemos en los ojos
la presencia emocionada
como ese encuentro
entre el mar y el desierto.
No quiero que se me vayan estas marcas de agua
que me dejas en las puertas de la sombra,
reza la piel por las huellas indelebles
donde duerme tu fuego escondido.
Nos arden rubíes en el pecho
aventurar a lo encarnado,
es la fortuna de hacernos girar.
Ofreciéndonos la herida, la llaga
para creer, crearnos más,
nos atravesamos el claroscuro
hasta tocar el alma del espejo.
Hay en tu lectura,
el bello universo de esta locura despierta.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 23 de agosto de 2019
Vincit. (I)
Me vence la belleza
del extenuado náufrago en la orilla
emergiendo de la espuma
como un dios de brazos poderosos
renaciendo todas las mareas.
Me vence la belleza
del pájaro azulado posándose
en la ósea hendidura
como un latido del cielo
de atardecer almibarado.
Me vence la belleza
de la delicada pluma y su estrella
en la acuática transparencia
del sueño ambarino.
Me vence la belleza
de la luz en tus sombras
con letras de ojos vendados
y tinta subterránea.
Me vence la belleza
de tus costumbres
de tu gesto cotidiano
del abrazo difícil,
de la distancia llena.
Constanza Everdeen ® ©
del extenuado náufrago en la orilla
emergiendo de la espuma
como un dios de brazos poderosos
renaciendo todas las mareas.
Me vence la belleza
del pájaro azulado posándose
en la ósea hendidura
como un latido del cielo
de atardecer almibarado.
Me vence la belleza
de la delicada pluma y su estrella
en la acuática transparencia
del sueño ambarino.
Me vence la belleza
de la luz en tus sombras
con letras de ojos vendados
y tinta subterránea.
Me vence la belleza
de tus costumbres
de tu gesto cotidiano
del abrazo difícil,
de la distancia llena.
Constanza Everdeen ® ©
lunes, 19 de agosto de 2019
El silo y la luna.
Esas semillas que me tienes cautivadas
son un río de brotes irisados
abriéndose a mi cielo.
Te rezo la lluvia como amante esperante
anhelo de verdes matices,
de tu alma húmeda y voladora
alcanzándome las vidas, las llamas.
Me giras el tiempo como una veleta
un mandala siempre distinto,
volviendo a nacer en cada color tu iris.
Este alarde de lenguas vivas
que se nos viene a morir
a orilla de almizcles,
este antes de inminencia,
derramándose en el después
es una odisea vencida,
ante la dureza de unos dioses
que hoy nos temen y celebran.
Constanza Everdeen ® ©
son un río de brotes irisados
abriéndose a mi cielo.
Te rezo la lluvia como amante esperante
anhelo de verdes matices,
de tu alma húmeda y voladora
alcanzándome las vidas, las llamas.
Me giras el tiempo como una veleta
un mandala siempre distinto,
volviendo a nacer en cada color tu iris.
Este alarde de lenguas vivas
que se nos viene a morir
a orilla de almizcles,
este antes de inminencia,
derramándose en el después
es una odisea vencida,
ante la dureza de unos dioses
que hoy nos temen y celebran.
Constanza Everdeen ® ©
martes, 13 de agosto de 2019
Notas cítricas.
El hombre de la armónica
me lanza agudos descarados
envueltos en una dulce melancolía
que humedece hasta el aire.
Tengo su canción en la punta de la lengua,
sacándome acordes encerrados
de mis locas caracolas.
Si me mira otra vez
le abriré mi puerta de azúcar,
se derretirán hasta las nubes
como lluvia cítrica,
sobre el temblor de los suelos
por donde rodará su sombrero.
Sus tablas son leña en mi hoguera,
sus leyes no son palabras,
es el camino que traza hasta la entrada
el baile en el filo de un abismo,
la clave de sol clavada
en el lecho del pentagrama de la bruja.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 11 de agosto de 2019
Arrecife boreal .
En esta canícula de hojas temblorosas
mis letras danzan
en tu genio de Oriente,
me salvan tus gestos de cristal
la sinfonía y envergadura
de tu tierra de soles
por brotar.
En mi horizonte
el deseo de tus olas
rompiéndose en mis ojos
y el mar de tu simiente
alada y gimiente
como un canto hermético.
Me hierve la vida en marmitas
en recetas a propósito desmemoriadas,
destilando el arte y esencia
de este amor sobrenatural.
Tiznados de cenizas
nos hacemos llover hasta el suelo
huimos entre aguaceros,
nunca a través de la misma hoguera
como animales gritándose verdades
en la boca de dientes crecidos.
Anhelo de tu mordida
antídoto de este arrecife
desesperado por tus mareas,
anhelo de tu abrazo
para que descanse el alma de esta distancia
entre tu cuerpo y el mío.
Constanza Everdeen © ®
mis letras danzan
en tu genio de Oriente,
me salvan tus gestos de cristal
la sinfonía y envergadura
de tu tierra de soles
por brotar.
En mi horizonte
el deseo de tus olas
rompiéndose en mis ojos
y el mar de tu simiente
alada y gimiente
como un canto hermético.
Me hierve la vida en marmitas
en recetas a propósito desmemoriadas,
destilando el arte y esencia
de este amor sobrenatural.
Tiznados de cenizas
nos hacemos llover hasta el suelo
huimos entre aguaceros,
nunca a través de la misma hoguera
como animales gritándose verdades
en la boca de dientes crecidos.
Anhelo de tu mordida
antídoto de este arrecife
desesperado por tus mareas,
anhelo de tu abrazo
para que descanse el alma de esta distancia
entre tu cuerpo y el mío.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 7 de agosto de 2019
Voz de once días.
Tengo tu voz haciéndome justicia
en las sombras,
como el sol sin piedad
que alimenta la sed de los helechos.
Muero en el temple de tus cuerdas vocales
atada al do mayor de tu palabra,
acudo a tu silbido insolente
con la piel de lobo despierta
distinguiéndote entre todas las nieblas
y caminos.
Me hablas sobre lo prohibido de tu silencio,
me recitas la espuma y el agua,
me cuentas las cuentas del collar,
me declaras el amor con verbos fugitivos
combatiendo danzantes
con la belleza de tu corazón parlante.
Tu voz...
donde no existen causas imposibles,
tu garganta...
la cueva que me realiza.
Constanza Everdeen. ® ©
en las sombras,
como el sol sin piedad
que alimenta la sed de los helechos.
Muero en el temple de tus cuerdas vocales
atada al do mayor de tu palabra,
acudo a tu silbido insolente
con la piel de lobo despierta
distinguiéndote entre todas las nieblas
y caminos.
Me hablas sobre lo prohibido de tu silencio,
me recitas la espuma y el agua,
me cuentas las cuentas del collar,
me declaras el amor con verbos fugitivos
combatiendo danzantes
con la belleza de tu corazón parlante.
Tu voz...
donde no existen causas imposibles,
tu garganta...
la cueva que me realiza.
Constanza Everdeen. ® ©
domingo, 4 de agosto de 2019
Amura, amar.
Te quiero sin rumbo
pero sí, marinero
con la flecha de tu esdrújula apuntándome.
y todas las golondrinas alborotadas
al avistar mi puerta.
Te quiero en tierra firme
como tú,
haciendo callar la voz
de todos los seres nocturnos
que me acechan,
al abrirme a las corrientes escondidas
de tus músculos tensados.
Te quiero entre maromas y aromas
como el mar embravecido
desafiando tu arboladura
al roce de olas de seda.
Te quiero huido de ti en mi,
preso de los nudos tejedores
de mi cabello de algas rebeldes,
respirándote los cantos de sirena
al oído.
Nos quiero nacidos
en todos los temporales
y en la calma de la primera gota
que formó el océano.
"Nos cura la mar, tomando la amura,
nos amamos con toda locura"
Constanza Everdeen © ®
pero sí, marinero
con la flecha de tu esdrújula apuntándome.
y todas las golondrinas alborotadas
al avistar mi puerta.
Te quiero en tierra firme
como tú,
haciendo callar la voz
de todos los seres nocturnos
que me acechan,
al abrirme a las corrientes escondidas
de tus músculos tensados.
Te quiero entre maromas y aromas
como el mar embravecido
desafiando tu arboladura
al roce de olas de seda.
Te quiero huido de ti en mi,
preso de los nudos tejedores
de mi cabello de algas rebeldes,
respirándote los cantos de sirena
al oído.
Nos quiero nacidos
en todos los temporales
y en la calma de la primera gota
que formó el océano.
"Nos cura la mar, tomando la amura,
nos amamos con toda locura"
Constanza Everdeen © ®
jueves, 1 de agosto de 2019
El sueño y la tarde.
Sueño la piel con la piel,
descansa el cielo sobre el lago
al compás calmado de los tambores
girando en vinilos oscuros.
La tarde larga y lenta
como una novela imposible
saborea nuestra espera,
las aspas del ventilador no saben
como inventar el aire.
Le escribo al sol
para me traiga la noche
y tú vengas,
para hacerme hueco y forma
en la postura de tu cuerpo
y ahogarme en tu iris de aguas transparentes.
Acoplarme a ti como una pieza maestra,
como un elemento vital
en tu respiración hechizada,
mientras se te forman nuevas galaxias
a donde llevarme.
Sueño con tu extenuación sobre mi vientre
como el retrato del héroe abrazado a su fortuna.
Constanza Everdeen © ®
descansa el cielo sobre el lago
al compás calmado de los tambores
girando en vinilos oscuros.
La tarde larga y lenta
como una novela imposible
saborea nuestra espera,
las aspas del ventilador no saben
como inventar el aire.
Le escribo al sol
para me traiga la noche
y tú vengas,
para hacerme hueco y forma
en la postura de tu cuerpo
y ahogarme en tu iris de aguas transparentes.
Acoplarme a ti como una pieza maestra,
como un elemento vital
en tu respiración hechizada,
mientras se te forman nuevas galaxias
a donde llevarme.
Sueño con tu extenuación sobre mi vientre
como el retrato del héroe abrazado a su fortuna.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 28 de julio de 2019
Leyenda abierta.
No puedo separar tu dolor de mi caricia,
mis manos te anhelan entero
como un mosaico de colores
con nombres de poema.
Prendo con avidez los besos encajados
en esta inquietud contorsionista
alimentándose de tus animales maneras.
Tengo los versos llenos de pájaros hablándome
como una manifestación de rumores adolescentes,
corren los sueños desaforados e incurables
por ese continente tuyo
que no es de este mundo.
Planea la sombra de tus alas sobre el río
y bajo ella te busca mi deseo,
llevándose tu corriente de lirios en llamas
hasta la profundidad del delta.
Ya perdida la cuenta de cumbres y remontes,
ya olvidado el nombre del dios del tiempo
nos espera el mar escriba
con nuestra leyenda abierta.
Constanza Everdeen. © ®
mis manos te anhelan entero
como un mosaico de colores
con nombres de poema.
Prendo con avidez los besos encajados
en esta inquietud contorsionista
alimentándose de tus animales maneras.
Tengo los versos llenos de pájaros hablándome
como una manifestación de rumores adolescentes,
corren los sueños desaforados e incurables
por ese continente tuyo
que no es de este mundo.
Planea la sombra de tus alas sobre el río
y bajo ella te busca mi deseo,
llevándose tu corriente de lirios en llamas
hasta la profundidad del delta.
Ya perdida la cuenta de cumbres y remontes,
ya olvidado el nombre del dios del tiempo
nos espera el mar escriba
con nuestra leyenda abierta.
Constanza Everdeen. © ®
miércoles, 24 de julio de 2019
Rara avis.
Eres ese pájaro que me habla
en diferentes lenguas vivas,
dejándome las costuras libadas
en esta postura deliberada,
abierta a tu descaro
crezco como una flor legislada
en la autoridad de tu voz
en la anarquía de tu luz de medianoche.
Todas las supernovas alistándose
para morir en tu boca
a media tarde,
todas las estrellas
liberadas en tus ojos predadores
retemblando a media mañana,
para que te suba el día en la noche
y el ave vuele
en mis versos escondidos.
No te huyo del peligro, amor
pues es la maldición de lo único,
la mayor bendición
que riegue mi vida.
Constanza Everdeen ® ©
en diferentes lenguas vivas,
dejándome las costuras libadas
en esta postura deliberada,
abierta a tu descaro
crezco como una flor legislada
en la autoridad de tu voz
en la anarquía de tu luz de medianoche.
Todas las supernovas alistándose
para morir en tu boca
a media tarde,
todas las estrellas
liberadas en tus ojos predadores
retemblando a media mañana,
para que te suba el día en la noche
y el ave vuele
en mis versos escondidos.
No te huyo del peligro, amor
pues es la maldición de lo único,
la mayor bendición
que riegue mi vida.
Constanza Everdeen ® ©
sábado, 20 de julio de 2019
Tu reverso libre.
El cisne negro
en la belleza de tu espalda,
férrea extensión de vidas
y heridas habitadas
de amapolas salvadoras.
En tu reverso mis mandamientos
y la noche depredadora
dibujando las huellas de mi aullido
en las de tu vuelo arcaico.
Tu espalda el impluvio
donde las criaturas juegan con fuego
y ríen consteladas de signos,
haciendo laberintos sonámbulos
con tinta lasciva.
Tu dorso y el peso de todo
contención de lagos salados,
el cielo como un mar empedrado
donde todos los lienzos
se hacen posibles.
Espalda, dorso y reverso
la lectura de los daños
en mis manos,
suaves y cambiantes dunas
del desierto
por donde se desliza
mi mirada enamorada...
Constanza Everdeen © ®
en la belleza de tu espalda,
férrea extensión de vidas
y heridas habitadas
de amapolas salvadoras.
En tu reverso mis mandamientos
y la noche depredadora
dibujando las huellas de mi aullido
en las de tu vuelo arcaico.
Tu espalda el impluvio
donde las criaturas juegan con fuego
y ríen consteladas de signos,
haciendo laberintos sonámbulos
con tinta lasciva.
Tu dorso y el peso de todo
contención de lagos salados,
el cielo como un mar empedrado
donde todos los lienzos
se hacen posibles.
Espalda, dorso y reverso
la lectura de los daños
en mis manos,
suaves y cambiantes dunas
del desierto
por donde se desliza
mi mirada enamorada...
Constanza Everdeen © ®
martes, 16 de julio de 2019
Ofrenda en el tercer peldaño de un eclipse.
Ábreme la noche, amor
hazme temblar como las estrellas
que el brillo de esta agonía
luzca en la cúspide de un fruto rojo.
Navégame este mar ciego
desordéname en veinte palabras
sabes que caeré fulminada
en la primera sílaba insalivada.
Déjame respirar tus semillas
desbordarte los silos
con un gesto oscuro,
brotará la profundidad de tus aguas
y se ahogará la voz.
Ándame todos los pasillos y penumbras
llena de tu cuerpo encarnado
como un dios salvando
al templo tremeroso de la luna.
Ven, agítame este amor que te tengo,
borremos los nombres a los versos
agarremos nuestros relieves,
y así , lo poseeremos todo...
Constanza Everdeen © ®
Navégame este mar ciego
desordéname en veinte palabras
sabes que caeré fulminada
en la primera sílaba insalivada.
Déjame respirar tus semillas
desbordarte los silos
con un gesto oscuro,
brotará la profundidad de tus aguas
y se ahogará la voz.
Ándame todos los pasillos y penumbras
llena de tu cuerpo encarnado
como un dios salvando
al templo tremeroso de la luna.
Ven, agítame este amor que te tengo,
borremos los nombres a los versos
agarremos nuestros relieves,
y así , lo poseeremos todo...
Constanza Everdeen © ®
sábado, 13 de julio de 2019
Hilván.
Amo tu insomnio de flores abiertas,
la delicada maestría con la que te mueves
por rutas desconocidas,
incendiando sedas y ríos.
Siento especial debilidad
por tu fuente divina
surtiendo artes y misterios,
por la perplejidad de tu impulso
hacia regiones de la poesía malsonante.
Reclamo tus alas artesanas
dando forma al manantial milagroso
donde imagino la sed más devastadora,
un infinito plantío de libres sensaciones .
Escribo entre horas y olas lejanas
hago atajos , engaño a las esferas del tiempo,
hilvano las palabras a días venideros
donde la distancia más larga
sea la de recorrerte entero.
Sueño que no tengo que pensarte
porque ya suenan tus llaves en mi puerta.
Constanza Everdeen © ®
la delicada maestría con la que te mueves
por rutas desconocidas,
incendiando sedas y ríos.
Siento especial debilidad
por tu fuente divina
surtiendo artes y misterios,
por la perplejidad de tu impulso
hacia regiones de la poesía malsonante.
Reclamo tus alas artesanas
dando forma al manantial milagroso
donde imagino la sed más devastadora,
un infinito plantío de libres sensaciones .
Escribo entre horas y olas lejanas
hago atajos , engaño a las esferas del tiempo,
hilvano las palabras a días venideros
donde la distancia más larga
sea la de recorrerte entero.
Sueño que no tengo que pensarte
porque ya suenan tus llaves en mi puerta.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 11 de julio de 2019
Te guardo los besos.
Del cabello a los tobillos
te guardo hasta los besos no dados.
Los lluevo sobre los acantilados
en las tierras altas de tu alma,
allí donde la mía
sueña con tu cuerpo
entero y a salvo.
Te guardo los besos
paseantes clandestinos
en los acuáticos jardines,
fugitivos entre los pájaros acróbatas
y la sentencia de los mitos.
Te guardo los besos
viajeros saltarines
en las vías nocturnas,
de travesaño a travesaño
de mundo a mundo
cada vez más constelado
de oráculos tintineantes.
Te guardo los besos
en la ardiente órbita de un cometa
que acude a su pregunta,
en el reverso de tu abrigo
donde esconde su cara la luna.
Te guardo los besos
porque todos son tuyos y míos.
Constanza Everdeen © ®
te guardo hasta los besos no dados.
Los lluevo sobre los acantilados
en las tierras altas de tu alma,
allí donde la mía
sueña con tu cuerpo
entero y a salvo.
Te guardo los besos
paseantes clandestinos
en los acuáticos jardines,
fugitivos entre los pájaros acróbatas
y la sentencia de los mitos.
Te guardo los besos
viajeros saltarines
en las vías nocturnas,
de travesaño a travesaño
de mundo a mundo
cada vez más constelado
de oráculos tintineantes.
Te guardo los besos
en la ardiente órbita de un cometa
que acude a su pregunta,
en el reverso de tu abrigo
donde esconde su cara la luna.
Te guardo los besos
porque todos son tuyos y míos.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 5 de julio de 2019
La edad del agua.
Quiero estallar los antiguos cristales,
vaciarme de sal y de conchas
hasta agotar los castillos de arena
y todos los tiempos que te tengo en el aire.
Quiero la edad del agua
anegando las estancias
y todas las orillas,
beberme tus céfiros
entre tragos agitados y la calma,
entregando esta constancia
a tus pies olímpicos.
Quiero contarte el grito más callado
y decirle a tu ojos sensibles
los páramos que crucé
para alcanzarte.
Quiero y no quiero esperarte
como lo hago,
al borde de un abismo
del que me separa
tan solo un te amo.
Constanza Everdeen © ®
vaciarme de sal y de conchas
hasta agotar los castillos de arena
y todos los tiempos que te tengo en el aire.
Quiero la edad del agua
anegando las estancias
y todas las orillas,
beberme tus céfiros
entre tragos agitados y la calma,
entregando esta constancia
a tus pies olímpicos.
Quiero contarte el grito más callado
y decirle a tu ojos sensibles
los páramos que crucé
para alcanzarte.
Quiero y no quiero esperarte
como lo hago,
al borde de un abismo
del que me separa
tan solo un te amo.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 3 de julio de 2019
La respiración del almanaque.
La mañana, horas doradas del día,
despierta en un café y su nube.
La premura del canto de las aves
anuncia otra jornada,
otro tramo del regreso.
Las olas del calor
no son como las del mar,
aprietan y lo detienen todo
hasta la respiración del almanaque
que en su silencio numérico
y onomástico recordatorio,
me llevan a la penitente definición,
la distancia más larga es la espera.
Entre tareas, reparto olvidos
hay días que se soportan mejor sin memoria
y los mismos días ya no son días
llevándote conmigo en mi alma constante.
A veces surge una casa de pasillos estrechos
pavimentada de temores audaces y trágica necesidad,
pero voy de tu mano y reconocemos en el brillo de los ojos
que ese techo no es nuestro.
Después me reconcilio con el tiempo
con la alerta colorada,
con el maestro invisible,
les agradezco este erótico preámbulo,
esta montaña de amor y su fe.
Constanza Everdeen © ®
despierta en un café y su nube.
La premura del canto de las aves
anuncia otra jornada,
otro tramo del regreso.
Las olas del calor
no son como las del mar,
aprietan y lo detienen todo
hasta la respiración del almanaque
que en su silencio numérico
y onomástico recordatorio,
me llevan a la penitente definición,
la distancia más larga es la espera.
Entre tareas, reparto olvidos
hay días que se soportan mejor sin memoria
y los mismos días ya no son días
llevándote conmigo en mi alma constante.
A veces surge una casa de pasillos estrechos
pavimentada de temores audaces y trágica necesidad,
pero voy de tu mano y reconocemos en el brillo de los ojos
que ese techo no es nuestro.
Después me reconcilio con el tiempo
con la alerta colorada,
con el maestro invisible,
les agradezco este erótico preámbulo,
esta montaña de amor y su fe.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 1 de julio de 2019
Es seguro que llegas.
El cielo de la mujer imperfecta
sueña con el abrazo difícil.
Espera como una novia descalza,
enfriando los pasos de todo un verano
tras la puerta de un mundo y su gato,
de penumbra antigua y brisa de incienso.
Anhela abrirse a el otro lado, a la vida
y ver aparecer al hombre despojado
de páramos y cargas,
solo el hambre y la belleza,
dentro de sus ojos de piélago,
en el compromiso dulce de su boca .
Se traen, se llevan
y en el mismo umbral se dan,
ruedan por las estancias
toda la magia sin trucos,
rueda la realidad de los amantes.
Y es seguro que un día llega el hombre
y entra en la casa y en la mujer.
Constanza Everdeen © ®
sueña con el abrazo difícil.
Espera como una novia descalza,
enfriando los pasos de todo un verano
tras la puerta de un mundo y su gato,
de penumbra antigua y brisa de incienso.
Anhela abrirse a el otro lado, a la vida
y ver aparecer al hombre despojado
de páramos y cargas,
solo el hambre y la belleza,
dentro de sus ojos de piélago,
en el compromiso dulce de su boca .
Se traen, se llevan
y en el mismo umbral se dan,
ruedan por las estancias
toda la magia sin trucos,
rueda la realidad de los amantes.
Y es seguro que un día llega el hombre
y entra en la casa y en la mujer.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 26 de junio de 2019
Entre sueños.
Sueño con una estrella oscura
en tu boca almizclada,
libando la meladura
del anhelo más contenido
de este mundo acuoso
que se nos extingue entre los dedos.
Sueño con leyendas
que aún no nos hemos escrito
sueño con la espada que fraguó el dragón
para hundirse en la doncella.
Sueño que me sueñas
y me pides lo mismo
y algo extraño
que me despierta dormida
dentro de un incendio.
Sueño que me hablas
y me dices que te acabas
con tu voz dulce de entrega
rota y entregada.
Sueño que vienes
y que te vas
sueño que en cada latido del mar
me voy contigo...
Constanza Everdeen © ®
en tu boca almizclada,
libando la meladura
del anhelo más contenido
de este mundo acuoso
que se nos extingue entre los dedos.
Sueño con leyendas
que aún no nos hemos escrito
sueño con la espada que fraguó el dragón
para hundirse en la doncella.
Sueño que me sueñas
y me pides lo mismo
y algo extraño
que me despierta dormida
dentro de un incendio.
Sueño que me hablas
y me dices que te acabas
con tu voz dulce de entrega
rota y entregada.
Sueño que vienes
y que te vas
sueño que en cada latido del mar
me voy contigo...
Constanza Everdeen © ®
domingo, 23 de junio de 2019
Anís estrellado.
Las musas no barren con escobas falsas,
hacen de nosotros, la sonrisa
en esas tumbas de desamor
que cavaron otros.
Esta hojarasca nostálgica
que a veces nos invade el sueño
y la noche estrellada de desasosiegos,
no perdonan los temblores
de la cara de la luna
que no te alcanza,
los anises en el pecho.
En la constante llamada
reposamos la esperanza
acariciándola con plumas
y colmillos doloridos
de no morder.
Hasta el silencio tiene tu rostro
donde me arrancas las vestiduras
y te vacías de mi nombre
como el secreto que quema por dentro,
como el núcleo del solsticio
en el centro de la nave,
donde tiene el mar su amarre.
En todas las cosas, a todo tiempo,
si me pierdo en tu mundo,
me encuentro en el cielo.
Constanza Everdeen © ®
hacen de nosotros, la sonrisa
en esas tumbas de desamor
que cavaron otros.
Esta hojarasca nostálgica
que a veces nos invade el sueño
y la noche estrellada de desasosiegos,
no perdonan los temblores
de la cara de la luna
que no te alcanza,
los anises en el pecho.
En la constante llamada
reposamos la esperanza
acariciándola con plumas
y colmillos doloridos
de no morder.
Hasta el silencio tiene tu rostro
donde me arrancas las vestiduras
y te vacías de mi nombre
como el secreto que quema por dentro,
como el núcleo del solsticio
en el centro de la nave,
donde tiene el mar su amarre.
En todas las cosas, a todo tiempo,
si me pierdo en tu mundo,
me encuentro en el cielo.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 21 de junio de 2019
Cuerdas y cordeles.
Tu voz recita la tarde caída
sobre las cuerdas voladoras
en mi piel tendida,
rociando gotas obscenas
sobre la manzana más alta
la de la miel más encendida.
Tiro del cordel tildado
en la punta de tu lengua
y se desvanece el telón
que cubre nuestra escena apareada
verbo, carne y oración,
tú, amor...
me regalas penitencia.
Anhelo el desmayo en los brazos
de tu silencio de fuego
y que me lleves y me poses
sobre el suave lecho de agua
donde haremos la ofrenda
hasta las flores más tímidas.
Traeremos los rubores
a esos dioses de distintos nombres
con este torrente de perfumes orientales
de sed sin desiertos
de amor desafiante.
En la espera dentro de la espera
cabe toda la esperanza,
cuerdas, cordeles y otro tipo de cordura.
Constanza Everdeen © ®
sobre las cuerdas voladoras
en mi piel tendida,
rociando gotas obscenas
sobre la manzana más alta
la de la miel más encendida.
Tiro del cordel tildado
en la punta de tu lengua
y se desvanece el telón
que cubre nuestra escena apareada
verbo, carne y oración,
tú, amor...
me regalas penitencia.
Anhelo el desmayo en los brazos
de tu silencio de fuego
y que me lleves y me poses
sobre el suave lecho de agua
donde haremos la ofrenda
hasta las flores más tímidas.
Traeremos los rubores
a esos dioses de distintos nombres
con este torrente de perfumes orientales
de sed sin desiertos
de amor desafiante.
En la espera dentro de la espera
cabe toda la esperanza,
cuerdas, cordeles y otro tipo de cordura.
Constanza Everdeen © ®
martes, 18 de junio de 2019
Lluvia de helechos.
Diluvia en todas las predicciones del mundo
que nos han visto desabrigados.
Nos llaman las nubes
rebosantes de suspiros famélicos,
suplican la bondad de su descarga
haciendo crecer esa irresistible sombra
en tu perfil de fiera súbita.
Yo te miro y me reconozco más,
me crecen los aullidos y su origen,
descarnada de textos, de palabras
sedienta de lengua y signos.
Te quiero complacido y alegre
despertando en mi cama de helechos
entre el verdor frondoso y la imprudencia
del divino y trémulo porvenir.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 16 de junio de 2019
El umbral de los versos
Soy mujer encontrada
en el umbral de tus versos
que son como los míos
con lengua pincelada.
En tu sueño de ojos abiertos
mis caderas son de aire
y tus alas de fuego
danzamos hasta el imposible final
de la cumbre y de la llama.
Todas las habitaciones
me sacias de grano y de semillas
haciendo de la timidez vegetal
de este bosque de complejas madreselvas
un mar de selvas omnívoras.
Me tienes el vientre como alacena
colmada de libros y códices vertidos
entregado recipiente soy
de tu hambre impaciente.
Me vistes de fino palio
atravesado de sol,
por esos ojos tuyos
que espantan confusiones
y me ordenan los muebles.
Eres hombre encontrado
en el umbral de mis versos
que son como los tuyos
con lengua tintada
buscando tu pincelada.
Constanza Everdeen © ®
en el umbral de tus versos
que son como los míos
con lengua pincelada.
En tu sueño de ojos abiertos
mis caderas son de aire
y tus alas de fuego
danzamos hasta el imposible final
de la cumbre y de la llama.
Todas las habitaciones
me sacias de grano y de semillas
haciendo de la timidez vegetal
de este bosque de complejas madreselvas
un mar de selvas omnívoras.
Me tienes el vientre como alacena
colmada de libros y códices vertidos
entregado recipiente soy
de tu hambre impaciente.
Me vistes de fino palio
atravesado de sol,
por esos ojos tuyos
que espantan confusiones
y me ordenan los muebles.
Eres hombre encontrado
en el umbral de mis versos
que son como los tuyos
con lengua tintada
buscando tu pincelada.
Constanza Everdeen © ®
sábado, 15 de junio de 2019
Este amor.
Este amor nuestro
es una travesía de claroscuros
descubriendo los sabores
de albas y puestas de sol
de los mares y clamorosas bahías,
como dos enamorados
y su ejército de luciérnagas,
adornando la noche y el lecho
donde se conceden los deseos
y nos gemimos antiguas canciones.
Este amarre nuestro
de morteros irisados y salitre
es la envidia del océano y del puerto
cuando quieren engullirnos
y ya nos hemos devorado
hasta hacernos fino polvo de perlas.
Esta historia nuestra
que no teme ser escrita
es un vuelo hundido e insaciable
de mamífera oscuridad
de lechosas y dichosas paredes
que nos guardan
estas ganas subterráneas
de bendecirlo todo.
Constanza Everdeen ®
miércoles, 12 de junio de 2019
Vienes
Vienes y hasta el abandono sonríe
ese que duerme a los pies de mi cama
y no dice palabra ni pide bocado
porque se siente acompañado
y ya tiene un sentido.
Vienes y hasta el olvido sonríe
ese que ya solo es recuerdo vivo
y no llora ni ansía futuros
porque se siente vivido
y ya ha aprendido a amar su memoria.
Vienes y mi cuerpo sonríe
ese que haces infinito en el tuyo
y grita, llora, ansía y pide bocado
porque te siente como el centro del fuego
porque sabe que vienes.
Vienes y quiero que vengas
porque eres tú,
porque eres tú quien vienes.
Constanza Everdeen © ®
ese que duerme a los pies de mi cama
y no dice palabra ni pide bocado
porque se siente acompañado
y ya tiene un sentido.
Vienes y hasta el olvido sonríe
ese que ya solo es recuerdo vivo
y no llora ni ansía futuros
porque se siente vivido
y ya ha aprendido a amar su memoria.
Vienes y mi cuerpo sonríe
ese que haces infinito en el tuyo
y grita, llora, ansía y pide bocado
porque te siente como el centro del fuego
porque sabe que vienes.
Vienes y quiero que vengas
porque eres tú,
porque eres tú quien vienes.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 10 de junio de 2019
Yo esperaba al niño.
Sin saber cómo estoy en pie,
me descubro igual que el ciprés solitario
soñando en la penumbra de los muros de piedra
guardeses de historias enterradas,
de vidas que no supieron derramar lágrimas.
Barrí las hojas secas de las losas
y compartí la soledad de mis muñecas
con mi fiel compañero el silencio,
el ángel azul que me lame las heridas
sin hacer preguntas.
Repartí flores desobedientes
entre los golpes
y el espacio aterrador
de mis rodillas separadas,
las mismas que me vieron correr
como la luz de un cometa
en ese patio de malas sombras.
Yo esperaba al niño...
y estoy en pie,
siempre rodeada de azules,
siempre acompañada de umbra,
siempre has estado aquí...
Constanza Everdeen © ®
me descubro igual que el ciprés solitario
soñando en la penumbra de los muros de piedra
guardeses de historias enterradas,
de vidas que no supieron derramar lágrimas.
Barrí las hojas secas de las losas
y compartí la soledad de mis muñecas
con mi fiel compañero el silencio,
el ángel azul que me lame las heridas
sin hacer preguntas.
Repartí flores desobedientes
entre los golpes
y el espacio aterrador
de mis rodillas separadas,
las mismas que me vieron correr
como la luz de un cometa
en ese patio de malas sombras.
Yo esperaba al niño...
y estoy en pie,
siempre rodeada de azules,
siempre acompañada de umbra,
siempre has estado aquí...
Constanza Everdeen © ®
viernes, 7 de junio de 2019
No solo son ojos.
El terral me aprieta entre sus brazos
colmándome de asfixias
dejándome ciega de deseos,
repleta de palabras desvanecidas,
en estos labios que te llaman.
Me tienes el corazón lleno
de hermosas certezas
todas múltiplo de ti,
todas guardadas bajo siete llaves
ante el portal de tus milagros.
No se lo digo a nadie
pero he vendido mi sombra
a los mitos invisibles
que me traes a la vida,
solo por ver cómo te abres al día,
cada día
y paseamos de la mano sin prisa.
Pintando el paisaje, la escena y la vida
me haces las tardes de virtuosos requiebros,
arrullándome con esa virilidad sensible
vestida de rayas verticales
que enderezan toda rémora.
No solo son ojos
los que nos ven brillando juntos
entre las dunas vertidas
como espejismos en el mismo horizonte,
también nos ve
el corazón de todas las cosas.
Constanza Everdeen © ®
colmándome de asfixias
dejándome ciega de deseos,
repleta de palabras desvanecidas,
en estos labios que te llaman.
Me tienes el corazón lleno
de hermosas certezas
todas múltiplo de ti,
todas guardadas bajo siete llaves
ante el portal de tus milagros.
No se lo digo a nadie
pero he vendido mi sombra
a los mitos invisibles
que me traes a la vida,
solo por ver cómo te abres al día,
cada día
y paseamos de la mano sin prisa.
Pintando el paisaje, la escena y la vida
me haces las tardes de virtuosos requiebros,
arrullándome con esa virilidad sensible
vestida de rayas verticales
que enderezan toda rémora.
No solo son ojos
los que nos ven brillando juntos
entre las dunas vertidas
como espejismos en el mismo horizonte,
también nos ve
el corazón de todas las cosas.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 5 de junio de 2019
Animales valientes.
Ardo en cada giro de la rueda
ardo como arde el húmedo bosque
habitado por criaturas desveladas
de lenguas perversas
y lanzas erguidas.
Ardo en la hoguera de tu pecho
ardo como arde la orografía del deseo
en el solsticio lechoso
derramado sobre la piel.
Ardo en los nudos tensados y raíces
ardo como arde la arena
al crepitar de la espuma
y el arrastre de las olas.
Ardo en tus manos abiertas
ardo como arde la fuente
sumergida en tu boca
brotando como carnosa orquídea.
Ardemos como arde la locura que creó el mundo y los animales valientes.
Constanza Everdeen © ®
ardo como arde el húmedo bosque
habitado por criaturas desveladas
de lenguas perversas
y lanzas erguidas.
Ardo en la hoguera de tu pecho
ardo como arde la orografía del deseo
en el solsticio lechoso
derramado sobre la piel.
Ardo en los nudos tensados y raíces
ardo como arde la arena
al crepitar de la espuma
y el arrastre de las olas.
Ardo en tus manos abiertas
ardo como arde la fuente
sumergida en tu boca
brotando como carnosa orquídea.
Ardemos como arde la locura que creó el mundo y los animales valientes.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 3 de junio de 2019
Sima.
Quieto como el abismo y su escrito
agitas mis simas veraces,
la sangre que te ofrezco,
para que empreñes de azules la vida
y nazcan puentes
que reúnan a los mendigos.
Beso corrido de bermellones
lenguas dilatadas y dilaciones
el cielo espectador sonríe
se torna juez insaciable
al que ahuyento de mis espejos
como la mala suerte
y todos sus números.
Sacudida y sin noción del día
después del océano nocturno,
marejada de verdugos y quimeras,
te muestro mi láctea estrella
para que vengas, amor...
Ven...
inúndame de olvido,
haz que tu nombre se me rompa en la boca.
Constanza Everdeen © ®
agitas mis simas veraces,
la sangre que te ofrezco,
para que empreñes de azules la vida
y nazcan puentes
que reúnan a los mendigos.
Beso corrido de bermellones
lenguas dilatadas y dilaciones
el cielo espectador sonríe
se torna juez insaciable
al que ahuyento de mis espejos
como la mala suerte
y todos sus números.
Sacudida y sin noción del día
después del océano nocturno,
marejada de verdugos y quimeras,
te muestro mi láctea estrella
para que vengas, amor...
Ven...
inúndame de olvido,
haz que tu nombre se me rompa en la boca.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 31 de mayo de 2019
Secadero.
Todo empieza en tu silencio,
moviéndose felino por mi accesibilidad
de fémina emergente
habitada de eróticas premoniciones
y músculos de espuma.
Todo empieza en un jardín de utopías
entre flores de terciopelo
susurrándome la entrada al laberinto
donde me convertiré en cenizas
de lobo en celo.
Todo empieza en tu mirada
y termina en mis tobillos
quebrados por alcanzarte
para que me saques
de este desierto violento
en tu montura.
Todo empieza como sueño
a través de dentelladas espectrales
danzarina en tu boca ermitaña
terminando como dócil y callada pluma.
Todo empieza en mi silencio
atesorándote como mi único bocado
en el camino del secadero atardecido,
cuando más ansío
tu mano en mi mano.
Constanza Everdeen © ®
moviéndose felino por mi accesibilidad
de fémina emergente
habitada de eróticas premoniciones
y músculos de espuma.
Todo empieza en un jardín de utopías
entre flores de terciopelo
susurrándome la entrada al laberinto
donde me convertiré en cenizas
de lobo en celo.
Todo empieza en tu mirada
y termina en mis tobillos
quebrados por alcanzarte
para que me saques
de este desierto violento
en tu montura.
Todo empieza como sueño
a través de dentelladas espectrales
danzarina en tu boca ermitaña
terminando como dócil y callada pluma.
Todo empieza en mi silencio
atesorándote como mi único bocado
en el camino del secadero atardecido,
cuando más ansío
tu mano en mi mano.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 29 de mayo de 2019
Inquieta.
Me gusta amarte lento
entre la pausada voracidad
de los tambores,
con suspiros a la antigua
como una oda apareada
implorando su ración,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta que llegues
y que poses la humedad
en mi ventana a tu oriente
quitándome el miedo a amanecer
desbordada de líneas,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta lo que escucho
bajo la gravedad de tu voz
porque veo lo que tu piel guarda
esa sanguínea provocación
de mi aparente inmovilidad,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta tu tilde imperativa
sobre mis diosas agitadas
cómo erguido agarras las fauces
de lo que te va a devorar,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta la delicada precisión
de tu reloj parado
cuando derribo tus umbrales
y me giras a voluntad,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Constanza Everdeen ® ©
entre la pausada voracidad
de los tambores,
con suspiros a la antigua
como una oda apareada
implorando su ración,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta que llegues
y que poses la humedad
en mi ventana a tu oriente
quitándome el miedo a amanecer
desbordada de líneas,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta lo que escucho
bajo la gravedad de tu voz
porque veo lo que tu piel guarda
esa sanguínea provocación
de mi aparente inmovilidad,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta tu tilde imperativa
sobre mis diosas agitadas
cómo erguido agarras las fauces
de lo que te va a devorar,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Me gusta la delicada precisión
de tu reloj parado
cuando derribo tus umbrales
y me giras a voluntad,
me gusta quedarme quieta
y que me vengas a buscar...
Constanza Everdeen ® ©
lunes, 27 de mayo de 2019
Ocho latidos.
Mi amor y su sabiduría llena de lágrimas,
de rayos diamantinos,
es de alquimia entre insomnes fogones
y molinos de agua.
Yo le parpadeo
como mariposa escarlata
con sus letras cosidas
a mi desnudez,
esa que le pertenece
como el bosque.
La luz que me despierta,
me acaricia con su nombre
cuando aún dormito
confundida entre las sábanas,
en la ensoñación de sus semillas
que me saben siempre nuevas.
Mi amor me dibuja reflejos
y hace la lluvia,
triplicándome el cuerpo
cánido y versado
con el que le espero.
Sus labios afilados me conocen
y me besan a certeras deshoras.
Mi amor no se detiene,
me alimenta de paisajes nivales
donde la voz se pierde en un grito
que levanta el vuelo
de todos los pájaros del mundo.
Constanza Everdeen © ®
de rayos diamantinos,
es de alquimia entre insomnes fogones
y molinos de agua.
Yo le parpadeo
como mariposa escarlata
con sus letras cosidas
a mi desnudez,
esa que le pertenece
como el bosque.
La luz que me despierta,
me acaricia con su nombre
cuando aún dormito
confundida entre las sábanas,
en la ensoñación de sus semillas
que me saben siempre nuevas.
Mi amor me dibuja reflejos
y hace la lluvia,
triplicándome el cuerpo
cánido y versado
con el que le espero.
Sus labios afilados me conocen
y me besan a certeras deshoras.
Mi amor no se detiene,
me alimenta de paisajes nivales
donde la voz se pierde en un grito
que levanta el vuelo
de todos los pájaros del mundo.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 22 de mayo de 2019
A cielos.
Tenemos cielos por cumplir
cúmulos que acariciar
para que esta vida nos devuelva la lluvia
nos destierre al paraíso
y habitemos ese árbol de manzanas mordidas
que respira el mar entre mareas.
Somos danza privada
en ese vecindario de dioses
de ojos grandes y mano firme
vigilando lo que hacemos
con nuestros quiebros
con la savia de la herida.
Si sueñas y amaneces
triste y celeste,
te lleno las manos de tierra
para que me la guardes
y solo tú la siembres.
Te hablo sobre un globo rojo
flotando en ese charco en la sequía.
Poemas con alma ensoñada
y quimeras desnumeradas
resistiendo el reverso del corazón
las distantes y gemelas ilusiones.
Hoy desde el otro lado
que es justo junto al tuyo,
hoy más que nunca
te amo a cielos.
Constanza Everdeen © ®
cúmulos que acariciar
para que esta vida nos devuelva la lluvia
nos destierre al paraíso
y habitemos ese árbol de manzanas mordidas
que respira el mar entre mareas.
Somos danza privada
en ese vecindario de dioses
de ojos grandes y mano firme
vigilando lo que hacemos
con nuestros quiebros
con la savia de la herida.
Si sueñas y amaneces
triste y celeste,
te lleno las manos de tierra
para que me la guardes
y solo tú la siembres.
Te hablo sobre un globo rojo
flotando en ese charco en la sequía.
Poemas con alma ensoñada
y quimeras desnumeradas
resistiendo el reverso del corazón
las distantes y gemelas ilusiones.
Hoy desde el otro lado
que es justo junto al tuyo,
hoy más que nunca
te amo a cielos.
Constanza Everdeen © ®
martes, 21 de mayo de 2019
Globos en el agua.
Hoy no hay viento en la colina,
todo dormita en callada quietud
bajo un denso velo de nubes
de difuminados límites.
El mar es una lámina plateada
meciendo discretamente
la mirada triste,
el mar nos une y me lo traes
salpicado de sueños colorados
de fantasía de pasos lentos
a mi pacífica soledad.
El trance de la luna
en ciertas conjunciones
se torna desafío,
a la lluvia se le olvida ser lluvia
removiendo el yermo desarraigo
que llora el verde bosque
y los vivos acantilados.
Pero me traes el mar
y yo te siento dentro
como un faro de estrellas
salvándome del salto
por esa ventana
que me abres en el pecho.
Constanza Everdeen © ®
todo dormita en callada quietud
bajo un denso velo de nubes
de difuminados límites.
El mar es una lámina plateada
meciendo discretamente
la mirada triste,
el mar nos une y me lo traes
salpicado de sueños colorados
de fantasía de pasos lentos
a mi pacífica soledad.
El trance de la luna
en ciertas conjunciones
se torna desafío,
a la lluvia se le olvida ser lluvia
removiendo el yermo desarraigo
que llora el verde bosque
y los vivos acantilados.
Pero me traes el mar
y yo te siento dentro
como un faro de estrellas
salvándome del salto
por esa ventana
que me abres en el pecho.
Constanza Everdeen © ®
sábado, 18 de mayo de 2019
Poema de amor aristotélico.
Como un pájaro oscuro
te hundes en mi sombra
rasgando colores en la carne,
erigiéndote dueño de todos los matices
de esta hembra alumbrada de sol.
Te sabes apresado
por esta presa fácil
y nos hacemos girar
en mantra y oración
deslizándonos por el hielo primigenio
que nos guarda los placeres y la herida.
Amor, entre tu exceso y el mío
qué bello término medio!
qué magnífica esta virtud!
que bonito hacerla arder
como misteriosa madera de acacia.
Nadie nos reconoce
solo tú y yo
sabiendo que ni de la realidad,
ni del sueño
saldremos intactos.
Nos descubriremos
locos, vivos y amados
como se aman las brújulas
de misiones esdrújulas
con la valentía desnuda
de un hombre y una mujer.
Constanza Everdeen © ®
en mantra y oración
deslizándonos por el hielo primigenio
que nos guarda los placeres y la herida.
Amor, entre tu exceso y el mío
qué bello término medio!
qué magnífica esta virtud!
que bonito hacerla arder
como misteriosa madera de acacia.
Nadie nos reconoce
solo tú y yo
sabiendo que ni de la realidad,
ni del sueño
saldremos intactos.
Nos descubriremos
locos, vivos y amados
como se aman las brújulas
de misiones esdrújulas
con la valentía desnuda
de un hombre y una mujer.
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 15 de mayo de 2019
Semillero arrebolado.
La primera huella de mi hombre del espacio en Venus
rebosa pensamientos de un azul tan profundo
como el primer beso consciente de la tierra.
A mi anónimo cosmonauta
cuando me hace gritar sus nombres,
yo le lluevo las estrellas del mar
que abraza nuestra isla.
Mi amante planetario nieva en mis deseos
orbitándolos en galaxia de alas afiladas
donde sólo existe lo que entregamos.
Mi extraño y astral ermitaño
devora con férrea voluntad
cada suspiro arrancado,
estallando entre los tremulentes sostenes
de este lar nutrido de alientos y condenas
en el que el paraíso se viste
de voz y letras desnudas.
Mi sidéreo caballero
hace de mí
un semillero arrebolado
de poesía impaciente
de sol naciente
y alunado.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 13 de mayo de 2019
Héroes de almoneda.
Como brisa evocadora
acaricio tu ventana,
trayéndote leyendas
abiertas y salvajes
como esta necesidad de ti
que se apodera
cual fresca hiedra
de esta luna de piedra.
He venido a reverdecer
los dorados trigales
de tu rebelde otoño
por los que paseas ausente
sueños de almoneda.
A despertarte el mundo
entre besos vestidos
de rojo pitagórico
y hacerte delirar
en la voladura de mis enaguas,
tejidas de cometas alados
y agua encendida.
Tamboreando los senderos de tus días,
especiando los rincones de tu maestría
de manos entregadas,
ni insisto ni desisto,
te hago el amor
todo el tiempo...
Constanza Everdeen © ®
miércoles, 8 de mayo de 2019
Amantes áureos.
La fuerza del mar en tu pecho
ahí donde se posa mi mano, mi aliento
guardas tu secreto transparente
códice líquido con el me escribes
poemas y mandamientos.
Quiero besarte ante todas las puertas
de esta ciudad antigua,
las comisuras de tu ardiente verbo
hasta incendiar las volutas lascivas
de nuestros locos capiteles.
Amarte bajo los dinteles
que sueñan nuestra historia
impregnando la entrada, cada ángulo
con la resonancia de los suspiros,
a creciente gemido
en el tímpano del universo
que nos escucha.
Dos de no fiar
confiándose a la lluvia,
a la fragancia del viejo libro,
a las calles anónimas,
que saben nuestros nombres,
al ruido que no nos toca.
Dos que con razón se suceden
como amantes áureos.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 5 de mayo de 2019
PoeAmar.
Mis peces de colores
en tu océano sin violencia
juegan con mimo escurridizo
entre tus latidos azules,
ordenan su melodía romántica.
Abrazas mis silencios enterrados
en las lilas lapidarias,
al pie del árbol dónde duermo
y sueño que estiras muelles imposibles
ante mi fiel y fascinada mirada.
Cánido velante
a los pies de tu cama,
tembloroso pajarillo entre mis manos
como una fábula de dos mundos
que cuidan de toda dimensión
en la que puedan vivirse.
Voces cartomantes me hablan
mostrándose severas
ante nuestra humana debilidad,
callo el hechizo por cumplirte otra vez
por inventarnos infinitas veces
a deshoras, en tu reloj parado.
Me entrego a ti hecha de tinturas
ofreciéndote ramos de remedios
desnudos y solitarios
llenos de tus distintos rostros
como el dios que me trae los días.
Constanza Everdeen © ®
en tu océano sin violencia
juegan con mimo escurridizo
entre tus latidos azules,
ordenan su melodía romántica.
Abrazas mis silencios enterrados
en las lilas lapidarias,
al pie del árbol dónde duermo
y sueño que estiras muelles imposibles
ante mi fiel y fascinada mirada.
Cánido velante
a los pies de tu cama,
tembloroso pajarillo entre mis manos
como una fábula de dos mundos
que cuidan de toda dimensión
en la que puedan vivirse.
Voces cartomantes me hablan
mostrándose severas
ante nuestra humana debilidad,
callo el hechizo por cumplirte otra vez
por inventarnos infinitas veces
a deshoras, en tu reloj parado.
Me entrego a ti hecha de tinturas
ofreciéndote ramos de remedios
desnudos y solitarios
llenos de tus distintos rostros
como el dios que me trae los días.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 3 de mayo de 2019
La sinceridad del poema.
Un poema es un encuentro,
retales de vidas
algunas por vivir
con las que tejemos una colcha
para el invierno,
la estación tras la despedida.
Un poema es un consuelo
desierto llovido de amapolas
acompañando esta soledad
tan llena de nosotros.
Un poema es una bella excusa
para rescatar las caricias
versando raíces
como si construyeramos un hogar.
Un poema es silencio
rehacerse en el fuego
y renacer en la lluvia
espantando fantasmas no inventados.
Un poema es sincero
es clamor sentido de lo guardado
atrevimiento con palabras
de lo que no podemos decirnos
en la distancia.
Un poema es mirarte y que me mires
y verte y que me veas
es entender la herida
y sembrarle flores.
Un poema es que vuelvas
sabiendo que te espero.
Constanza Everdeen © ®
retales de vidas
algunas por vivir
con las que tejemos una colcha
para el invierno,
la estación tras la despedida.
Un poema es un consuelo
desierto llovido de amapolas
acompañando esta soledad
tan llena de nosotros.
Un poema es una bella excusa
para rescatar las caricias
versando raíces
como si construyeramos un hogar.
Un poema es silencio
rehacerse en el fuego
y renacer en la lluvia
espantando fantasmas no inventados.
Un poema es sincero
es clamor sentido de lo guardado
atrevimiento con palabras
de lo que no podemos decirnos
en la distancia.
Un poema es mirarte y que me mires
y verte y que me veas
es entender la herida
y sembrarle flores.
Un poema es que vuelvas
sabiendo que te espero.
Constanza Everdeen © ®
martes, 30 de abril de 2019
Calas.
He caminado la arboleda
hasta llegar a la puerta azul
de tu casa sin puerta
y he llamado tres veces
invocando la tradición que nos gusta
que nos une como sinónimos
en un espejo de agua y fuego.
He juntado los astros
entre tus alas salvajes
y mi cuerpo azorado
para amarte en firme
como tu decisión de vida
en lugares secretos
que se parecen a nosotros.
He aullado a tu boca
para prender la cara oculta de tu noche
donde desafiarnos las verdades
con más verdades
respiración descarnada de pólenes
sin más ruido,
solo nuestro roce.
He sentido el hervor de las lágrimas
en tu abrazo volcánico
haciéndome bucles sensibles
desconocidos en mi piel.
Me has servido la copa
y has bebido de ella
en confianza hecha de llaves
abriendo el claro del bosque.
Constanza Everdeen © ®
hasta llegar a la puerta azul
de tu casa sin puerta
y he llamado tres veces
invocando la tradición que nos gusta
que nos une como sinónimos
en un espejo de agua y fuego.
He juntado los astros
entre tus alas salvajes
y mi cuerpo azorado
para amarte en firme
como tu decisión de vida
en lugares secretos
que se parecen a nosotros.
He aullado a tu boca
para prender la cara oculta de tu noche
donde desafiarnos las verdades
con más verdades
respiración descarnada de pólenes
sin más ruido,
solo nuestro roce.
He sentido el hervor de las lágrimas
en tu abrazo volcánico
haciéndome bucles sensibles
desconocidos en mi piel.
Me has servido la copa
y has bebido de ella
en confianza hecha de llaves
abriendo el claro del bosque.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 25 de abril de 2019
Un golpe de afecto.
Tu llamada es una llama
una aldaba en mi pecho de luna
donde yaces a salvo
entre aguacero de campanillas
y esferas voladoras.
Entre mis brazos y mis piernas
la gruta retirada, secreta
resguardo de los ásperos temporales
que azotan la palidez de tu día.
Contra la corriente
siempre a favor de nuestra caricia
del río y de la vida,
como inquietos roedores
de trabas prefirmadas
y diáfano destino.
Me afloras sin rendirte
entre esos rojos vivos y resilientes
en esa reverdecida llanura
de cereales y confianza.
En este instante
en el que comienza el mundo
hilvano todos los poemas
para decirte que te amo
y que también te creo.
Constanza Everdeen © ®
una aldaba en mi pecho de luna
donde yaces a salvo
entre aguacero de campanillas
y esferas voladoras.
Entre mis brazos y mis piernas
la gruta retirada, secreta
resguardo de los ásperos temporales
que azotan la palidez de tu día.
Contra la corriente
siempre a favor de nuestra caricia
del río y de la vida,
como inquietos roedores
de trabas prefirmadas
y diáfano destino.
Me afloras sin rendirte
entre esos rojos vivos y resilientes
en esa reverdecida llanura
de cereales y confianza.
En este instante
en el que comienza el mundo
hilvano todos los poemas
para decirte que te amo
y que también te creo.
Constanza Everdeen © ®
martes, 23 de abril de 2019
Algo del amante humeante.
Eres vendaval en mis colinas
pájaro atento entre mis visillos
eres cielo atronador en mi boca
y el diluvio desnudo de mis noches.
Abrasas mis silencios
encendiéndome las sombras
descalzas y humeantes.
Has regresado vestido de amante
con esa voz antigua
hecha de lava y lengua derretida.
Eres todo por descubrir
y el camino reconocido,
infinitas las sendas estrelladas de tu piel.
Eres como te llamo
lo que crece en todos los nombres,
la extensión de mi continente
la razón sin cordura de sus curvas.
Eres lo que me habita
lo que me habla
lo que me grita...
Eres tú,
el hombre que me ama.
Constanza Everdeen © ®
pájaro atento entre mis visillos
eres cielo atronador en mi boca
y el diluvio desnudo de mis noches.
Abrasas mis silencios
encendiéndome las sombras
descalzas y humeantes.
Has regresado vestido de amante
con esa voz antigua
hecha de lava y lengua derretida.
Eres todo por descubrir
y el camino reconocido,
infinitas las sendas estrelladas de tu piel.
Eres como te llamo
lo que crece en todos los nombres,
la extensión de mi continente
la razón sin cordura de sus curvas.
Eres lo que me habita
lo que me habla
lo que me grita...
Eres tú,
el hombre que me ama.
Constanza Everdeen © ®
sábado, 20 de abril de 2019
Vestida de vida vívida.
Hoy me he puesto todo lo que nos decimos, todo lo que nos damos, soy todo colores y lienzo yaciente.
Ando desnuda por la casa por si apareces y quisieras arrancarme ese vestido que tan bien me sienta.
Podrías llevarme a la gloria en los tres primeros peldaños del portal, en penumbra de verbos y carne, salpicándolo todo de esas vulnerables perlas que no cesan de gritar tu nombre.
Quizá entre la geometría, grabar un "Te amo" como un pacto de mi sangre que también es la tuya con nuestros inanes demonios. Quizá una incógnita, la posibilidad ensoñada de un cielo despejado.
Anoche quemaba la ausencia de tu cuerpo, abrasabas hasta el silencio y ante el firmamento oscuro, se me hizo la noche casi una distancia insalvable. Pero me encaramé a tu alma ,al recuerdo vivo de tu caricia y me dormí en el único deseo de la luna.
Mis sueños fueron de estío, cenit esplendoroso y aguas danzantes. Avanzábamos a través de una arboleda que se inclinaba hacia nosotros en sonrisa y reverencia, todo lo vivo celebraba, nada era inerte.
Hasta de nuestra voz callada hacemos umbrales, de nuestra mirada fiel espejo siempre en llamas.
Levantas el día y yo te espero despertando las flores y los pájaros...
Hoy me he puesto tu vestido, ese que nadie sabe.
Constanza Everdeen © ®
Ando desnuda por la casa por si apareces y quisieras arrancarme ese vestido que tan bien me sienta.
Podrías llevarme a la gloria en los tres primeros peldaños del portal, en penumbra de verbos y carne, salpicándolo todo de esas vulnerables perlas que no cesan de gritar tu nombre.
Quizá entre la geometría, grabar un "Te amo" como un pacto de mi sangre que también es la tuya con nuestros inanes demonios. Quizá una incógnita, la posibilidad ensoñada de un cielo despejado.
Anoche quemaba la ausencia de tu cuerpo, abrasabas hasta el silencio y ante el firmamento oscuro, se me hizo la noche casi una distancia insalvable. Pero me encaramé a tu alma ,al recuerdo vivo de tu caricia y me dormí en el único deseo de la luna.
Mis sueños fueron de estío, cenit esplendoroso y aguas danzantes. Avanzábamos a través de una arboleda que se inclinaba hacia nosotros en sonrisa y reverencia, todo lo vivo celebraba, nada era inerte.
Hasta de nuestra voz callada hacemos umbrales, de nuestra mirada fiel espejo siempre en llamas.
Levantas el día y yo te espero despertando las flores y los pájaros...
Hoy me he puesto tu vestido, ese que nadie sabe.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 18 de abril de 2019
Navegante amante.
En este temporal
me aferro a tu navío
a tu rígida mesana
cetro de tus aladas velas,
de tu timón amante.
Las ásperas maromas
se hacen dulces lazos
ondeantes a la libertad
en el corazón de nuestras olas.
El hombre que me ama
no teme a las mareas
se lanza intrépido
a los indómitos océanos.
Mago marinero
haciendo nudos en mi pecho
con que desatar la tristeza
que ya no nos sirve.
El mar nos lava, nos bebe
nos dibuja corales en los ojos
hace de nosotros
su profundidad.
Si no te tengo,
si no me tienes
el naufragio no es derrota,
es navegarte siempre.
Constanza Everdeen © ®
me aferro a tu navío
a tu rígida mesana
cetro de tus aladas velas,
de tu timón amante.
Las ásperas maromas
se hacen dulces lazos
ondeantes a la libertad
en el corazón de nuestras olas.
El hombre que me ama
no teme a las mareas
se lanza intrépido
a los indómitos océanos.
Mago marinero
haciendo nudos en mi pecho
con que desatar la tristeza
que ya no nos sirve.
El mar nos lava, nos bebe
nos dibuja corales en los ojos
hace de nosotros
su profundidad.
Si no te tengo,
si no me tienes
el naufragio no es derrota,
es navegarte siempre.
Constanza Everdeen © ®
martes, 9 de abril de 2019
La etimología del veneno
Te aúllo dentro
por verte las venas
azuleadas y enrojecidas,
abierto a tu vuelo rapaz.
Me llevas el agua
al estado de gracia
cuando te levantas
sólido y salado
ante mis ojos de trance
y me sometes desafiante
a tu agitación mezclada
de orígenes y símbolos desnudos.
Entregados a esta cruzada
de deseos sedientes
ganamos el conflicto
a la perseverante espera,
gozando como perdedores
ante el misterio
para vivirnos entre desvelos.
Nos buscamos ciegamente
a través del vientre
de todas las cosas,
naciéndonos en cada obra,
en cada inspiración
con el aire cómplice
de nuestras extrañas raíces
e incendiadas entrañas.
Ojalá todo exceso de ti
hasta apagar la luz
de toda maldición.
Constanza Everdeen © ®
por verte las venas
azuleadas y enrojecidas,
abierto a tu vuelo rapaz.
Me llevas el agua
al estado de gracia
cuando te levantas
sólido y salado
ante mis ojos de trance
y me sometes desafiante
a tu agitación mezclada
de orígenes y símbolos desnudos.
Entregados a esta cruzada
de deseos sedientes
ganamos el conflicto
a la perseverante espera,
gozando como perdedores
ante el misterio
para vivirnos entre desvelos.
Nos buscamos ciegamente
a través del vientre
de todas las cosas,
naciéndonos en cada obra,
en cada inspiración
con el aire cómplice
de nuestras extrañas raíces
e incendiadas entrañas.
Ojalá todo exceso de ti
hasta apagar la luz
de toda maldición.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 7 de abril de 2019
Criba
Soy dama de noche en tu jardín
invadiendo en lengua de aromas
tus índigos pensamientos,
interrumpo tu alma concentrada
buscando desbordar la línea
donde cede el hombre
al llanto, a la alegría salvaje.
Te recibo y entras
por cada cicatriz callada
por cada pliegue estratégico
de piel tensada
y detenido aliento.
Alimentamos la premura,
el ahora desesperado
cada latido es un diluvio
debatiéndose los cauces.
Trazas sin trazo tembloroso
límites y abismos ultramares
y me tiemblas,
te tiemblo.
Oscuras calles inventadas
por pájaros sin cordura
cantan nieves encumbradas
y encuentros boreales,
donde no se puede añorar más,
la cercanía al cielo.
Constanza Everdeen © ®
invadiendo en lengua de aromas
tus índigos pensamientos,
interrumpo tu alma concentrada
buscando desbordar la línea
donde cede el hombre
al llanto, a la alegría salvaje.
Te recibo y entras
por cada cicatriz callada
por cada pliegue estratégico
de piel tensada
y detenido aliento.
Alimentamos la premura,
el ahora desesperado
cada latido es un diluvio
debatiéndose los cauces.
Trazas sin trazo tembloroso
límites y abismos ultramares
y me tiemblas,
te tiemblo.
Oscuras calles inventadas
por pájaros sin cordura
cantan nieves encumbradas
y encuentros boreales,
donde no se puede añorar más,
la cercanía al cielo.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 5 de abril de 2019
También lago.
En tu cuerpo sintiente
soy lago trémulo
donde se humedecen
las tiernas sombras.
Ondulantes algas
atrapan lo erguido
despertando corrientes
de dulce agua
en tu boca ilustrada.
Nenúfares erizados
se abren a la inervada noche,
acariciando hasta consumar
todas nuestras hambrientas criaturas.
Agitamos la suavidad del fondo
convirtiendo los cuerpos
en remolino,
estallido de nube acuática y grito.
Me eres, te soy
somos dupla voladora
alcanzándonos en éxtasis,
en un sueño abocado
a la tridimensionalidad
de su orilla.
Constanza Everdeen © ®
soy lago trémulo
donde se humedecen
las tiernas sombras.
Ondulantes algas
atrapan lo erguido
despertando corrientes
de dulce agua
en tu boca ilustrada.
Nenúfares erizados
se abren a la inervada noche,
acariciando hasta consumar
todas nuestras hambrientas criaturas.
Agitamos la suavidad del fondo
convirtiendo los cuerpos
en remolino,
estallido de nube acuática y grito.
Me eres, te soy
somos dupla voladora
alcanzándonos en éxtasis,
en un sueño abocado
a la tridimensionalidad
de su orilla.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 31 de marzo de 2019
Adherencia.
Nos entramos hasta el alma
adheridos como líquenes brillantes
a la madera y a nuestra manera
con la vehemencia del primer deseo.
En esta soldadura
sensible y temeraria
cuando la tierra se abre
más se unen nuestros latidos.
Las ansias fundidas
sobre nuestras pieles confundidas
entre metales preciosos
y graves grabados
en la profundidad salvaje
de las pupilas enfrentadas.
Desapegados de fríos
los errores errantes,
dejan el espacio
a la bohemia escena
donde nos escribimos
con los labios.
Por senderos de serendipias
sabiéndonos buscados,
nadie nos ve bailar
solo el mundo y el tiempo.
Constanza Everdeen © ®
adheridos como líquenes brillantes
a la madera y a nuestra manera
con la vehemencia del primer deseo.
En esta soldadura
sensible y temeraria
cuando la tierra se abre
más se unen nuestros latidos.
Las ansias fundidas
sobre nuestras pieles confundidas
entre metales preciosos
y graves grabados
en la profundidad salvaje
de las pupilas enfrentadas.
Desapegados de fríos
los errores errantes,
dejan el espacio
a la bohemia escena
donde nos escribimos
con los labios.
Por senderos de serendipias
sabiéndonos buscados,
nadie nos ve bailar
solo el mundo y el tiempo.
Constanza Everdeen © ®
viernes, 29 de marzo de 2019
Creer, crearte.
Creyente y creador
te quiero despeinado
por el genio de los vientos,
dibujando dédalos imposibles
que te tengan a salvo y limpio
de máculas no oleosas.
Creyente y creador
me quiero sentada
en tu estación sin días
aunque esperes y no me veas
nunca dejo de deshacer lo tejido.
Creyente y creador
nos quiero vivos
en infinitos vergeles
sin corolas que contar,
dentro de elixires astrales
y cuerpos de cristal.
Creyente y creador
te hacen las estrellas un camino
de valientes valores
y mar de plenitudes,
torrentes de dorados laureles
donde escribir nuestros nombres
y quemar.
Creer, crearte
recrearnos en cada paisaje
crecientes enredaderas
en nuestros ojos cerrados,
en nuestras manos abiertas.
Constanza Everdeen © ®
te quiero despeinado
por el genio de los vientos,
dibujando dédalos imposibles
que te tengan a salvo y limpio
de máculas no oleosas.
Creyente y creador
me quiero sentada
en tu estación sin días
aunque esperes y no me veas
nunca dejo de deshacer lo tejido.
Creyente y creador
nos quiero vivos
en infinitos vergeles
sin corolas que contar,
dentro de elixires astrales
y cuerpos de cristal.
Creyente y creador
te hacen las estrellas un camino
de valientes valores
y mar de plenitudes,
torrentes de dorados laureles
donde escribir nuestros nombres
y quemar.
Creer, crearte
recrearnos en cada paisaje
crecientes enredaderas
en nuestros ojos cerrados,
en nuestras manos abiertas.
Constanza Everdeen © ®
lunes, 25 de marzo de 2019
Rueda.
A diario te abordo
y soy captura
de tus pólenes invasores
volada entre tus velas
agitadas por el viento,
desafío al alba
adorando tu sombra de serbal.
Me parpadea el alma
ante tu cercanía
como una llama
que crece silenciosa
queriendo alcanzar
lo imposible
de tu tierra solar.
Desvanezco ocurrencias
entre las nubes rápidas
como luciérnagas inesperadas
peinando la brújula,
trenzándome las quimeras.
No concibo otras semillas
brotando en lo salvaje
en todo lo que alumbra
y está vivo de utopías.
Ávido el amor
cada amanecer es un salto
una victoria sin espadas,
la conquista de un destino
elegido e indomable.
Constanza Everdeen © ®
y soy captura
de tus pólenes invasores
volada entre tus velas
agitadas por el viento,
desafío al alba
adorando tu sombra de serbal.
Me parpadea el alma
ante tu cercanía
como una llama
que crece silenciosa
queriendo alcanzar
lo imposible
de tu tierra solar.
Desvanezco ocurrencias
entre las nubes rápidas
como luciérnagas inesperadas
peinando la brújula,
trenzándome las quimeras.
No concibo otras semillas
brotando en lo salvaje
en todo lo que alumbra
y está vivo de utopías.
Ávido el amor
cada amanecer es un salto
una victoria sin espadas,
la conquista de un destino
elegido e indomable.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 21 de marzo de 2019
Beso, vesania.
Me quiero desmemoriada y muda
que me dejes sin preguntas
cuando tu flecha gira
como molino demente
y tu fuerza de gigante
desea partirme en dos.
Se multiplican las estrellas
en este renacimiento
donde inventos y obras
rehacen los mitos
oscuros y brillantes.
Vivimos donde nos esperamos,
perpetuando salvaciones
entre los insomnes soñadores,
con la cordura voladora
de los amantes de acantilados
y la luminosa locura
que habita en la cueva.
Paciente y menguante
te espero al oeste del palacio azul
entre doseles retorcidos y tules
entre cobaltos y asaltos
huesos y carne apretados
por tu rojo primario.
Aguardada en tu alma
venosa materialización
el mar de tu blanca espuma
en el férreo continente contenido.
Constanza Everdeen ® ©
que me dejes sin preguntas
cuando tu flecha gira
como molino demente
y tu fuerza de gigante
desea partirme en dos.
Se multiplican las estrellas
en este renacimiento
donde inventos y obras
rehacen los mitos
oscuros y brillantes.
Vivimos donde nos esperamos,
perpetuando salvaciones
entre los insomnes soñadores,
con la cordura voladora
de los amantes de acantilados
y la luminosa locura
que habita en la cueva.
Paciente y menguante
te espero al oeste del palacio azul
entre doseles retorcidos y tules
entre cobaltos y asaltos
huesos y carne apretados
por tu rojo primario.
Aguardada en tu alma
venosa materialización
el mar de tu blanca espuma
en el férreo continente contenido.
Constanza Everdeen ® ©
domingo, 17 de marzo de 2019
Ensueños.
En esta irreverencia onírica
con diabólica hambruna
a puñados devoras mis flores,
abrasando los extensos campos
de esta herejía acompasada.
Manan manantiales
como advenedizas señales
de verbos de oro puro
y plata fulgurosa.
Nos miramos como dioses encarnados
con la líquida humildad
de nuestros estallidos
abatidos sobre un lecho
grabado de lirios.
La amante nigromante
de tu venus en creciente caligrafía,
audaz y temblorosa la lectura
de tu centro visceral.
Akásica necesidad de escuchar
todos los registros de tu voz
la memoria constante
de todo elemento y criba
de lo que no pertenece al fuego.
Quizá si alcanzamos las sombras
lluevan pétalos en las cuatro esquinas,
en cada cristal roto y aún vivo,
en la distancia imposible
entre tu silencio y el mío.
Constanza Everdeen © ®
con diabólica hambruna
a puñados devoras mis flores,
abrasando los extensos campos
de esta herejía acompasada.
Manan manantiales
como advenedizas señales
de verbos de oro puro
y plata fulgurosa.
Nos miramos como dioses encarnados
con la líquida humildad
de nuestros estallidos
abatidos sobre un lecho
grabado de lirios.
La amante nigromante
de tu venus en creciente caligrafía,
audaz y temblorosa la lectura
de tu centro visceral.
Akásica necesidad de escuchar
todos los registros de tu voz
la memoria constante
de todo elemento y criba
de lo que no pertenece al fuego.
Quizá si alcanzamos las sombras
lluevan pétalos en las cuatro esquinas,
en cada cristal roto y aún vivo,
en la distancia imposible
entre tu silencio y el mío.
Constanza Everdeen © ®
jueves, 14 de marzo de 2019
Yaz.
Llenas toda visión de misterio azulado
arrullándome la piel
con la brisa cálida y nocturna
de tu boca arcana.
Olvido toda venganza
derramando la miel sobre tu silencio
antesala de tu último grito,
de tu eco habitante.
Me miro en tu espejo
cuando nos sacas a bailar
y se ruborizan hasta las teclas de ese piano
que por fin entiende la caída de sus notas.
Con pasión y sin piedad
escribimos las escenas
dulces y obscenas
de este amor improvisado,
verdadero todo el tiempo.
Me lates en todo
y el todo me habla de ti
me conoces, te conozco
y sin saber nada del todo,
todo se reconoce.
Constanza Everdeen © ®
arrullándome la piel
con la brisa cálida y nocturna
de tu boca arcana.
Olvido toda venganza
derramando la miel sobre tu silencio
antesala de tu último grito,
de tu eco habitante.
Me miro en tu espejo
cuando nos sacas a bailar
y se ruborizan hasta las teclas de ese piano
que por fin entiende la caída de sus notas.
Con pasión y sin piedad
escribimos las escenas
dulces y obscenas
de este amor improvisado,
verdadero todo el tiempo.
Me lates en todo
y el todo me habla de ti
me conoces, te conozco
y sin saber nada del todo,
todo se reconoce.
Constanza Everdeen © ®
domingo, 10 de marzo de 2019
Tendencias.
Los suspiros me sostienen
en esa nube plateada
que redime mis desvelos.
Me eliges números sin azar
entre fechas convulsas
como si la agitación de mis caderas
fueran los dados de tu suerte.
Esos músicos dementes
sacándose andantes acordes
en la celeridad del hundimiento
por las latitudes imposibles de una alcoba.
Después el beso y sus formas internacionalizadas
en un fluido y salvaje territorio,
desenfreno de galaxias dominantes y límites abiertos
a nuevas repúblicas donde morir.
Entre suspiros, las letras
y entre las letras,
ese silencio amatorio
preámbulo de roces y rezos,
de verticalidad y tendencias.
Constanza Everdeen. © ®
en esa nube plateada
que redime mis desvelos.
Me eliges números sin azar
entre fechas convulsas
como si la agitación de mis caderas
fueran los dados de tu suerte.
Esos músicos dementes
sacándose andantes acordes
en la celeridad del hundimiento
por las latitudes imposibles de una alcoba.
Después el beso y sus formas internacionalizadas
en un fluido y salvaje territorio,
desenfreno de galaxias dominantes y límites abiertos
a nuevas repúblicas donde morir.
Entre suspiros, las letras
y entre las letras,
ese silencio amatorio
preámbulo de roces y rezos,
de verticalidad y tendencias.
Constanza Everdeen. © ®
jueves, 7 de marzo de 2019
Cinco "quieros"
Tengo cinco "quieros"
repentinos y constantes
de una lista que se me hace eterna,
una comanda de deseos incontables
de imposible cercanía
a su descripción.
Quiero todas tus vocales ahogadas
en la profundidad del musgo carmesí.
Quiero la consonancia y resonancia
de cada uno de tus gritos
en la piedra de mi templo.
Quiero admirarte
ante ventanas sepultadas
y solo ver pequeñas muertes
que te hacen más vivo,
en mis manos vacías
y llenas de realidades.
Quiero que te levantes como el viento
cuando veas mi falda moverse,
que sea tu bandera blanca
hundiéndose en mi paz.
Nos quiero anónimos
flotando en el mar
dejándonos hacer
por esta cíclica marea
que nos arrastra
al umbral de la primera puerta,
a las escaleras del primer quiero.
Constanza Everdeen. ® ©
repentinos y constantes
de una lista que se me hace eterna,
una comanda de deseos incontables
de imposible cercanía
a su descripción.
Quiero todas tus vocales ahogadas
en la profundidad del musgo carmesí.
Quiero la consonancia y resonancia
de cada uno de tus gritos
en la piedra de mi templo.
Quiero admirarte
ante ventanas sepultadas
y solo ver pequeñas muertes
que te hacen más vivo,
en mis manos vacías
y llenas de realidades.
Quiero que te levantes como el viento
cuando veas mi falda moverse,
que sea tu bandera blanca
hundiéndose en mi paz.
Nos quiero anónimos
flotando en el mar
dejándonos hacer
por esta cíclica marea
que nos arrastra
al umbral de la primera puerta,
a las escaleras del primer quiero.
Constanza Everdeen. ® ©
sábado, 2 de marzo de 2019
Tres vidas.
Tres vidas en cada estación
para los amantes de los trenes a deshora.
Encuentro sin búsqueda
como el mágico hallazgo
de una caracola ermitaña,
a la orilla de un mar tardío
y desesperado por pleamares.
Tres vidas cada día
en cada cópula sintáctica
entre panes gramaticales
y escobas activas.
Crece el tiempo y el aliento
se desvanece el miedo a la sequía
hembra, hombre y hambre,
mendigándose con descaro
lo que se llevan a la boca.
Tres vidas bebidas y servidas,
un ágape incondicional
donde lo indómito es invadido
y lo violento es coreografía.
En este mundo pequeño
de distancias faraónicas
arden lirios de agua
ajenos al prodigio.
conscientes de sus tres vidas.
Constanza Everdeen, ©®
para los amantes de los trenes a deshora.
Encuentro sin búsqueda
como el mágico hallazgo
de una caracola ermitaña,
a la orilla de un mar tardío
y desesperado por pleamares.
Tres vidas cada día
en cada cópula sintáctica
entre panes gramaticales
y escobas activas.
Crece el tiempo y el aliento
se desvanece el miedo a la sequía
hembra, hombre y hambre,
mendigándose con descaro
lo que se llevan a la boca.
Tres vidas bebidas y servidas,
un ágape incondicional
donde lo indómito es invadido
y lo violento es coreografía.
En este mundo pequeño
de distancias faraónicas
arden lirios de agua
ajenos al prodigio.
conscientes de sus tres vidas.
Constanza Everdeen, ©®
miércoles, 27 de febrero de 2019
Todos los nombres.
Amor, el doble sentido
siempre nos llevará
a encontrarnos,
en tu provocación o en la mía.
Bajo los paraguas que olvidamos cuando llueve
o cuando nos deslumbramos los colores
hasta hacer enrojecer la hierba.
No me quedan palabras fuera
todas van conmigo dentro
como una revolución con sus flores.
Eres la gota no derramada
que hace rebosante mi vaso,
camino entre esferas
por senderos reservados
luciendo el tipo y el arquetipo,
todo por hacer brillar
tus galaxias dilatadas.
Y se que me besas y es verdadero
porque siento tu corazón en mis labios
echando abajo mis puertas
sin pomos y con pomas,
te espero crujiente
y creciente primavera.
Nos llamamos más por los latidos
que por los nombres,
y de entre todos los nombres,
el nombre elegido.
siempre nos llevará
a encontrarnos,
en tu provocación o en la mía.
Bajo los paraguas que olvidamos cuando llueve
o cuando nos deslumbramos los colores
hasta hacer enrojecer la hierba.
No me quedan palabras fuera
todas van conmigo dentro
como una revolución con sus flores.
Eres la gota no derramada
que hace rebosante mi vaso,
camino entre esferas
por senderos reservados
luciendo el tipo y el arquetipo,
todo por hacer brillar
tus galaxias dilatadas.
Y se que me besas y es verdadero
porque siento tu corazón en mis labios
echando abajo mis puertas
sin pomos y con pomas,
te espero crujiente
y creciente primavera.
Nos llamamos más por los latidos
que por los nombres,
y de entre todos los nombres,
el nombre elegido.
domingo, 24 de febrero de 2019
Divina materia.
He desandado el suspiro donde vives
por si apareces en las ramas
en las que ya no anida mi cordura.
Escondida y soñándote sin miedo
sabiendo que las crueldades no vuelan,
planeo sin premeditación
por tu mundo de ideas.
Aspirando a iluminar
el rincón de pensarnos,
de decirnos entre líneas
todo lo que nuestros dedos lectores alcancen.
Entre pliegues de piel y tiempo
agrietando la noche más oscura
hasta hacer de todos los naufragios,
el alba, la victoria cantada
por los pájaros que habitan
la madera de nuestros barcos y semillas.
Como si de toda unión de nuestros cuerpos,
naciera un faro.
Constanza Everdeen. © ®
por si apareces en las ramas
en las que ya no anida mi cordura.
Escondida y soñándote sin miedo
sabiendo que las crueldades no vuelan,
planeo sin premeditación
por tu mundo de ideas.
Aspirando a iluminar
el rincón de pensarnos,
de decirnos entre líneas
todo lo que nuestros dedos lectores alcancen.
Entre pliegues de piel y tiempo
agrietando la noche más oscura
hasta hacer de todos los naufragios,
el alba, la victoria cantada
por los pájaros que habitan
la madera de nuestros barcos y semillas.
Como si de toda unión de nuestros cuerpos,
naciera un faro.
Constanza Everdeen. © ®
miércoles, 20 de febrero de 2019
Azul Berlín.
Me abres el hambre
como el cielo en una ciudad
de poemas silentes,
en un Berlín inundado
de amorosa pornografía.
Sombras y volúmenes
proyectados en paredes
que soportan cada envite,
cada verbo insolente.
En el azul de la noche
descubrimos todos los caminos abiertos
como si fuéramos dueños de toda válvula
y palabra secreta.
Excediéndonos delicadamente
los contornos sin límite,
a través de una invasión
que no entiende de avisos
ni consentimientos,
como glorioso mendigo de su reino
luminoso delirio de cuarzos ruborizados.
Constanza Everdeen. © ®
como el cielo en una ciudad
de poemas silentes,
en un Berlín inundado
de amorosa pornografía.
Sombras y volúmenes
proyectados en paredes
que soportan cada envite,
cada verbo insolente.
En el azul de la noche
descubrimos todos los caminos abiertos
como si fuéramos dueños de toda válvula
y palabra secreta.
Excediéndonos delicadamente
los contornos sin límite,
a través de una invasión
que no entiende de avisos
ni consentimientos,
como glorioso mendigo de su reino
luminoso delirio de cuarzos ruborizados.
Constanza Everdeen. © ®
viernes, 15 de febrero de 2019
Fábula.
Te respiro en cada trazo,
haciendo trizas
todo lo que tenga aspecto de nuevo,
trenzas nostálgicas y desbaratadas
en tus manos de lino.
Habitándote con mis orbes traviesos
quietos a ratos,
como una diosa triplicada
cuando me tienes abrumada
y despejas la niebla de mi pecho.
Esta fábula de piel erizada y temblorosa
esta búsqueda hallada,
Dime, amor...
¿Cuántos latidos nos faltan hasta el beso?
Me desnudas en ceremonias vegetales
entre fuentes nocturnas
y fuego de alboradas,
ves lo que yo veo
y sin tregua,
lo haces eterno.
Este amor más allá de las estrellas aún no nacidas
reclama el color de la granada
un lecho de fauces abiertas al infinito,
la ternura de las suaves plumas
arrullando con sonidos metálicos,
el jardín satélite que te cuido.
Constanza Everdeen © ®
haciendo trizas
todo lo que tenga aspecto de nuevo,
trenzas nostálgicas y desbaratadas
en tus manos de lino.
Habitándote con mis orbes traviesos
quietos a ratos,
como una diosa triplicada
cuando me tienes abrumada
y despejas la niebla de mi pecho.
Esta fábula de piel erizada y temblorosa
esta búsqueda hallada,
Dime, amor...
¿Cuántos latidos nos faltan hasta el beso?
Me desnudas en ceremonias vegetales
entre fuentes nocturnas
y fuego de alboradas,
ves lo que yo veo
y sin tregua,
lo haces eterno.
Este amor más allá de las estrellas aún no nacidas
reclama el color de la granada
un lecho de fauces abiertas al infinito,
la ternura de las suaves plumas
arrullando con sonidos metálicos,
el jardín satélite que te cuido.
Constanza Everdeen © ®
sábado, 9 de febrero de 2019
Oculus.
Me atraviesas con tu mirada
de mar severa y afilada
desafiando los límites
de mi creciente voluntad.
Azul acero, verde agua
serio como un niño
te descubro escondido
bajo el ala del sombrero.
Talla detallada y diamantina
la de tus ojos desplegándose
como aves de genio colorido
en todo lo que amas, amor.
Me lanzas flechas de punta salada
desde ese iris boreal y nacarado
señalándome la cardinalidad del beso
que cierre nuestra herida callada.
La luz templada de tu faro,
en la dulce hendidura de mi pecho
levantando la fuga de la sangre
a remotos y laureados lugares
que te pertenecen.
Conjuro y conjugación
de tus sueños, de ti
aspiro, suspiro e inspiro
a ser la primera y plural.
de mar severa y afilada
desafiando los límites
de mi creciente voluntad.
Azul acero, verde agua
serio como un niño
te descubro escondido
bajo el ala del sombrero.
Talla detallada y diamantina
la de tus ojos desplegándose
como aves de genio colorido
en todo lo que amas, amor.
Me lanzas flechas de punta salada
desde ese iris boreal y nacarado
señalándome la cardinalidad del beso
que cierre nuestra herida callada.
La luz templada de tu faro,
en la dulce hendidura de mi pecho
levantando la fuga de la sangre
a remotos y laureados lugares
que te pertenecen.
Conjuro y conjugación
de tus sueños, de ti
aspiro, suspiro e inspiro
a ser la primera y plural.
sábado, 2 de febrero de 2019
Arrullador.
Escucho su susurro silente
y me llevo sus afluentes a la boca
bebo cada palabra inflamada
como queriendo cambiar el curso de la tarde,
alterando llamas y caudales
antes de que las nubes plomizas,
descarguen sobre nosotros
su deliciosa melancolía.
Esa melodía grave e inaudible
de acordes herbóreos y álgidos agudos
el lugar en el que todo se desvanece
como explosión de supernovas.
Hecha de olas musicales y espaciales
donde el mi nunca es posesivo
y nos declaramos pertenencia del mar.
Escucho al alado mensajero
mientras me habla con sus labios sellados
y yo se los abro con el beso,
como queriendo despertar
toda la verdad que existe
entre su aliento y el mío.
Creando invocaciones
rompiendo redes,
llamando a lo justo, lo divino y lo carnal.
Teniendo por testigos
a los que saben guardar
todos los secretos.
y me llevo sus afluentes a la boca
bebo cada palabra inflamada
como queriendo cambiar el curso de la tarde,
alterando llamas y caudales
antes de que las nubes plomizas,
descarguen sobre nosotros
su deliciosa melancolía.
Esa melodía grave e inaudible
de acordes herbóreos y álgidos agudos
el lugar en el que todo se desvanece
como explosión de supernovas.
Hecha de olas musicales y espaciales
donde el mi nunca es posesivo
y nos declaramos pertenencia del mar.
Escucho al alado mensajero
mientras me habla con sus labios sellados
y yo se los abro con el beso,
como queriendo despertar
toda la verdad que existe
entre su aliento y el mío.
Creando invocaciones
rompiendo redes,
llamando a lo justo, lo divino y lo carnal.
Teniendo por testigos
a los que saben guardar
todos los secretos.
martes, 29 de enero de 2019
Elpis.
Es hallazgo compartido
este anhelo humilde
sin exigencias en el destino.
Avanzamos descalzos
provistos de voluntad
puntuales a la cita,
suspensivos como partículas
más antiguas que los nombres.
Sin temor a los espejos,
entre óleos nivales y atlantes
te he visto desnudo
de piel y retórica,
sembrándome manzanos
en genes y llanuras,
salpicándome de líquenes
esos valles sombríos
por donde discurren
presagios de agua.
Atezada y azotada
por tu verbo cromático
caligráfico y volátil,
atados y libres
a esta creación
neurótica y tribal.
Este amor galvanizado
bajo lluvias danzantes
que pone candiles en mi boca
y me mira como yo le miro
protegiendo lo que no se ve.
Constanza Everdeen ® ©
este anhelo humilde
sin exigencias en el destino.
Avanzamos descalzos
provistos de voluntad
puntuales a la cita,
suspensivos como partículas
más antiguas que los nombres.
Sin temor a los espejos,
entre óleos nivales y atlantes
te he visto desnudo
de piel y retórica,
sembrándome manzanos
en genes y llanuras,
salpicándome de líquenes
esos valles sombríos
por donde discurren
presagios de agua.
Atezada y azotada
por tu verbo cromático
caligráfico y volátil,
atados y libres
a esta creación
neurótica y tribal.
Este amor galvanizado
bajo lluvias danzantes
que pone candiles en mi boca
y me mira como yo le miro
protegiendo lo que no se ve.
Constanza Everdeen ® ©
viernes, 25 de enero de 2019
Esta canción es un poema.
Pareces cansado, amor
pero yo sé la verdad
ardes ante mis ojos
sin apenas disimular
que dentro de ese sombrero
nace toda la magia .
Conoces el truco y el trato
vengo cargada de encajes
y sería capaz de disparar al pianista
por ver como acaricias las teclas.
Mi falda y yo presentes
piernas inquietas en la primera fila
tienes suerte de que use revolver
y solo tenga seis preguntas por descargar.
Fascinada y submarina
siguiendo tu lección oceánica
si finjo ahogarme
déjame sin respiración.
Ven... y rózate como un gato
yo pongo el fósforo
y el bosque donde perdernos
hasta encontrarnos
en un escándalo de vida
para la mirada de los no muertos.
Cielo,traigo una fortuna conmigo
guardada en un caótico tocador
y tú tienes las llaves
de toda cerradura empolvada.
Medianoche en el aula
es hora de desorientarnos
y que los ángeles sonrían,
de que te resistas
como el título de esta canción.
pero yo sé la verdad
ardes ante mis ojos
sin apenas disimular
que dentro de ese sombrero
nace toda la magia .
Conoces el truco y el trato
vengo cargada de encajes
y sería capaz de disparar al pianista
por ver como acaricias las teclas.
Mi falda y yo presentes
piernas inquietas en la primera fila
tienes suerte de que use revolver
y solo tenga seis preguntas por descargar.
Fascinada y submarina
siguiendo tu lección oceánica
si finjo ahogarme
déjame sin respiración.
Ven... y rózate como un gato
yo pongo el fósforo
y el bosque donde perdernos
hasta encontrarnos
en un escándalo de vida
para la mirada de los no muertos.
Cielo,traigo una fortuna conmigo
guardada en un caótico tocador
y tú tienes las llaves
de toda cerradura empolvada.
Medianoche en el aula
es hora de desorientarnos
y que los ángeles sonrían,
de que te resistas
como el título de esta canción.
lunes, 21 de enero de 2019
Bóveda vívida.
Cúpula y cópula
callada y refulgente como un astro
inundando el cielo
de sílabas perfumadas
y hélices delirantes.
La tersura de los besos
liberando las manos
y las tardes bendecidas,
con este amor dorado
de soles asolados
de lunas no vestidas.
Anidas hipérboles en mi vientre
como vendavales de aullidos silenciosos,
cristales de colores estallan
en ese espacio sin forma
donde nadie oye nuestros gritos.
Tiembla el dolor en tu boca
cuando te llueven mis estrellas
y todo se hace un lago
de musgo galáctico
en el que solo nos habita un deseo.
callada y refulgente como un astro
inundando el cielo
de sílabas perfumadas
y hélices delirantes.
La tersura de los besos
liberando las manos
y las tardes bendecidas,
con este amor dorado
de soles asolados
de lunas no vestidas.
Anidas hipérboles en mi vientre
como vendavales de aullidos silenciosos,
cristales de colores estallan
en ese espacio sin forma
donde nadie oye nuestros gritos.
Tiembla el dolor en tu boca
cuando te llueven mis estrellas
y todo se hace un lago
de musgo galáctico
en el que solo nos habita un deseo.
martes, 15 de enero de 2019
Hércules.
Es nacimiento colosal
tus manos obstinadas
en mi costilla,
como si quisieras aferrar
hasta el último suspiro.
Ahuyentas los pájaros carnívoros
con mis cascabeles curiosos,
anidándonos caricias
de pequeñas plumas azuladas.
Despegas la piel de la fiera
desvanecida de resistencia,
hallando en su envoltura
todo lo que te hace invencible.
Metales en sangre
y el peso de un mundo dormido,
no apagan la fragua
que alteran mis cauces.
Muerdes la dicha
y encuentras penitencia
sin discordias,
brotan nuevas cicatrices lunares
y manantiales no bebidos.
Creces en sendero de coloridas geodas
abriendo simas de fuego
con tu espada candorosa.
Escribo sobre una espera
tejida de anhelos y afectos convalentes,
sobre la mitología de lo palpable.
tus manos obstinadas
en mi costilla,
como si quisieras aferrar
hasta el último suspiro.
Ahuyentas los pájaros carnívoros
con mis cascabeles curiosos,
anidándonos caricias
de pequeñas plumas azuladas.
Despegas la piel de la fiera
desvanecida de resistencia,
hallando en su envoltura
todo lo que te hace invencible.
Metales en sangre
y el peso de un mundo dormido,
no apagan la fragua
que alteran mis cauces.
Muerdes la dicha
y encuentras penitencia
sin discordias,
brotan nuevas cicatrices lunares
y manantiales no bebidos.
Creces en sendero de coloridas geodas
abriendo simas de fuego
con tu espada candorosa.
Escribo sobre una espera
tejida de anhelos y afectos convalentes,
sobre la mitología de lo palpable.
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